En Bucaramanga, la Clínica San Luis atiende entre 400 y 500 nacimientos por mes y, a través de su Unidad Hemato – Oncológica Pediátrica, adelanta tratamientos a niñas y niños, quienes luchan contra el cáncer. En su gran mayoría, son familias de escasos recursos económicos.
Hace siete años, nació la Fundación San Luis con la misión de ayudar a estas personas. Hoy, en ANP Noticias hemos invitado a la Psicóloga Wendy Paola Castillo Carreño, Coordinadora de la Fundación, a tomarnos un café y hablar de la labor social que cumplen en la Ciudad Bonita.
ANP: Desde la Clínica San Luis, ¿Cómo se da la idea de crear una Fundación, en qué época nace y con qué objetivo?
WPC: La Fundación San Luis nació en el año 2016, en junio de ese año. Inicialmente, la Fundación nació con la misión de ayudar a mujeres en estado de gestación de escasos recursos económicos. Futuras madres cabeza de familia, quienes llegaban a la Clínica San Luis sin siquiera la ropita del primer día de su hijo recién nacido.
Era muy común ver esa realidad. Entonces, unas personas, líderes de la Clínica decidieron crear una Fundación, que pudiese ayudar a estas mamitas.
Tomando una idea, que era de Finlandia, un país nórdico, donde en época de guerra a los hombres lo enviaban a combatir y muchos de ellos no regresaban. Las mujeres quedaban viudas, con hijos, por lo que el Gobierno, para alivianar de alguna manera la situación de esas madres, por la pérdida de sus esposos, les entregaba una caja de cartón corrugada, que hacía a su vez de cuna. Se usaba el cartón, porque el cartón es aislante del frío. En aquella época, los niños que no morían de hambre, morían de frío.
Nos pareció una idea muy bonita y quisimos traerla aquí, a nuestra cultura. De igual manera, en una caja de cartón corrugado, con su colchoneta y su sabanita. Adentro, contenía artículos que iban a ayudar a esas mamitas, como cobija, pañales, ropita, medias, gorro. Eran varios artículos que iban a ayudar a esa mamita durante el primer mes de su bebé.
ANP: Además de los nacimientos, la Clínica San Luis, desde hace 14 años, a través de su Unidad de Hemato – Oncología Pediátrica, atiende niñas y niños, en su mayoría diagnosticados con leucemia. ¿Qué papel juega la Fundación San Luis en estos procesos?
A medida que iba pasando el tiempo, nos dábamos cuenta que habían muchas más realidades, que llegaban a la Clínica. Entre ellas, la población oncológica.
La Clínica tiene dos pisos donde atiende niños que se encuentran en tratamiento oncológico. Infortunadamente, muchas de estas familias son de escasos recursos y en ocasiones había mamitas que no tenían para desayunar o para almorzar o para comer.
La Fundación, ante esta situación, lo que hizo fue crear un bono de almuerzo, que se les da a esas mamitas que están acompañando a su hijo en el proceso de cáncer. Ya por lo menos, tienen su almuercito. También, vimos que necesitaban útiles de aseo y creamos el Kits de Aseo.
Vimos, además, que algunos de estos niños tenían hospitalizaciones prolongadas, de más de un mes. Nos dimos cuenta que era más fácil sanar a un niño feliz y buscamos la forma de que estos chiquitos fueron felices, a pesar de lo que están viviendo.
Creamos el Kits de Arte, en el que los niños pueden desarrollar otras actividades, reciben artículos para dibujar, colorear, entretenerse. Así hacemos que por lo menos sea más llevadera esa estancia.
ANP: ¿Qué otros servicios o atenciones presta la Fundación San Luis?
Poco a poco, fuimos viendo más necesidades y creando más ayudas. Como el Kit Escolar o los mercados. Creamos un fondo especial para cuando se presentan otras necesidades.
Por ejemplo, llegan niños de otras ciudades, pero el papá no tiene los recursos para venir a visitarlo. Entonces, le pagamos los pasajes. De pronto hay mamás que llegan desde otras regiones a tener su bebé a la Clínica y no cuentan con los recursos para un hospedaje, entonces les ayudamos con esos recursos.
En ocasiones, también, niños que nacen pasan a la unidad de cuidados intensivos y después de un tiempo el bebé fallece y los papás con cuentan con los recursos para los gastos fúnebres. Nosotros, a través de la Fundación, les ayudamos con una parte para estos gastos. Así poco a poco fuimos viendo diferentes necesidades.
ANP: Ustedes dieron el primer paso en una caja de cartón. ¿La Fundación mantiene ese particular detalle a las madres de escasos recursos económicos?
WPC: Con el tiempo nos dimos cuenta que la caja, si bien es cierto que ayudaba a algunas personas, que no contaban con cuna, también a veces se volvía dispendioso para después transportarse hasta su lugar de origen.
De tal manera, que para poder entregar los mismos artículos a los papás nació la pañalera San Luis, que son los mismos artículos, pero en lugar de ir entre una caja, ahora van en una pañalera, tipo morral.
Es más provechoso, para las mamás es más práctico y cuenta con los mismos artículos: 50 pañales, una pijama, tres mamelucos, un conjunto de ropa (pantalón y camisa); dos camisas, dos pañales de tela, un paquete de pañitos de 120, una crema anti pañalitis, tres pares de medias, dos gorros, dos baberos, shampoo.
Muchas cositas que les entregamos a las mamitas, que aunque no cubren todas las necesidades, sí cubre algunas que se van a presentar durante el primer mes de vida de sus bebés.
ANP: Por la forma como ustedes asumen la ayuda a familias de bajos recursos económicos, no es posible saber a cuántas van a atender o cuántas van a necesitar de esa ayuda. ¿Es a medida que van llegando como asume este apoyo la Fundación?
WPC: La Clínica San Luis tiene un aproximado de 400 a 500 nacimientos mensuales y la población vulnerable es alta. Podríamos estar hablando de que pañeras, como tal, estaríamos entregando como 20 mensuales.
Los bonos de almuerzo, estamos entregando de 60 a 80 al mes.
Nosotros como tal, no tenemos niños bajo nuestro cuidado. Nosotros tratamos de cubrir algunas de las necesidades de sus mamitas o papitos.
ANP: ¿Hoy, de los niños que están en la Clínica, a cuántos les brindan algún tipo de apoyo?
WPC: A todos los que estén hospitalizados, que sean de bajos recursos. Por ejemplo, algunos necesitan pañales, entonces ayudamos con pañales. Otros, necesitan útiles de aseo, como shampoo o cremas de dientes para las mamás, por ejemplo, pues les ayudamos.
En lo que es alimentación, los niños por estar hospitalizados, lo cubre el convenio que hay entre la Clínica y su EPS, pero los papás, sí quedan totalmente desamparados, de alguna manera. Ellos no tienen alimentación, porque la alimentación es para el paciente más no para el acompañante.
En ocasiones, también les ayudamos con los gastos, porque eso de estar acá, de pronto con otro niño pequeño en casa, estando con algún familiar y sin la mamá trabajando, por estar aquí con su hijito. En esos casos, lo que hacemos es ayudarlos con mercados.
No hay algo diario, sino que nosotros, de acuerdo con las necesidades, vamos ayudando.
ANP: ¿La Fundación San Luis cómo hace para sostenerse, de dónde obtiene recursos para cumplir con su labor social?
WPC: Nosotros tenemos algo que se llama “Recuerdos de Amor”, que es un servicio de fotografía que prestamos aquí mismo en la Clínica, donde les brindamos la oportunidad a los papás de que puedan adquirir un álbum fotográfico, que consta de ocho fotos impresas, desde el momento en que nace su bebé, el acompañamiento, cuando le cortan el ombliguito, cuando le están colocando las primeras huellitas.
Además de las fotos impresas, tiene un espacio para las huellas, para que anoten la fecha en que nació, la talla, el peso. El álbum se les entrega personalizado con los nombres de los papás. En la parte posterior, tiene un código QR, donde van a poder descargar unas 20 fotos digitales. El álbum tiene un precio de 85.000 pesos y con eso, nosotros tratamos de recolectar fondos.
Otra forma, es a través de una boutique que tenemos, que se llama “La Baby Boutique San Luis”, en la que nosotros tratamos de vender las cosas que son de primera mano. Como estamos ubicados en una Clínica, en ocasiones a los papás les cogió de afán el nacimiento, los cogió desprevenidos y necesitan, por decir algo, unas medias, un gorro, una cobija. Aquí se les vende. Todos estos recursos van apara nuestra labor social.
También, contamos con donaciones que hacen a la Fundación. Tratamos de tocar puertas de personas que nos han venido colaborando o de personas que les gusta el tema de la filantropía y el apoyo social. Sobre todo, a una causa de estas, que es tan hermosa, una causa de estas, que mueve las fibras.
ANP: Ya hablamos de los niños que reciben tratamiento oncológico en la Clínica y del papel que cumple la Fundación en su recuperación. ¿Hay algún tipo de seguimiento para aquellos que logran superar el cáncer?
WPC: Tenemos un evento, que es la Ceremonia de Grado de los niños que terminaron el tratamiento oncológico. Nosotros hacemos esta ceremonia de grado, con su toga y birrete. Tratamos que sea la ceremonia de grado más importante de sus vidas, que de hecho, lo es, para ellos y para los papás. El drama de pasar por esta enfermedad no es solo de los niños, también es para los papás. Eso afecta a toda la familia.
Para nosotros, es un reconocimiento a esa lucha, a ese proceso, a esa unión. En ocasiones, esta difícil situación une.
De paso, también es un motivo de esperanza para quienes aún continúan en tratamiento. El hecho de ver que unos ya lo lograron, que salieron adelante y vencieron esa enfermedad tan despiadada, pues inspira y llena de fortaleza para continuar en esa lucha.
En 2019 hicimos la última, por el tema de la pandemia. Ahora volvemos, con la primera después de la pandemia y la quinta, desde que iniciamos con esta ceremonia. A cada niño le entregamos un diploma.
Hay muchos niños que no puede asistir porque viven en otras regiones y no les queda fácil el desplazamiento, entonces le hacemos llegar su diploma.
Es un evento muy hermoso, ese día tenemos alfombra roja para los niños.