Tras la declaratoria de situación de desastre en todo el país, por parte del presidente Petro, el Ejército Nacional dispuso de 650 soldados de la Brigada de Ingenieros de Atención y Prevención de Desastres para la atención de las emergencias que se presentan en el territorio nacional.
Al respecto, se resalta que, debido a las copiosas precipitaciones de los últimos días, se han presentado inundaciones, remociones en masa y desbordamientos, que han afectado 27 de los 32 departamentos colombianos.
Ante estas emergencias, actualmente, dos batallones, estratégicamente ubicados, están en alistamiento a la espera de la activación por parte de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo. Uno se encuentra en Malambo, Atlántico, el cual está dispuesto para atender 13 departamentos de la zona norte; y el otro en el Fuerte Militar de Tolemaida, para atender la zona centro, oriente y sur del país.
Según el Ejército Nacional, esta distribución garantiza el rápido despliegue, brindando tiempos de respuesta óptimos para la atención integral de los damnificados.
“Los soldados rescatistas cuentan con el conocimiento, entrenamiento y equipo necesario para realizar intervenciones con respuesta especializada en QBRN, búsqueda y rescate, trabajos generales de ingenieros, adecuación de albergues temporales, entrega de ayudas humanitarias, suministro de agua potable, entre otras. El Ejército Nacional concentra sus esfuerzos para la atención de esta emergencia, estamos preparados para ayudar a la comunidad afectada”, sostuvo la autoridad castrense.
Adicionalmente, los uniformados cuentan con botes zodiac, motobombas, generadores eléctricos, iglús para alojamientos temporales, drones para reconocimiento del terreno, motosierras, medios de comunicación y todo tipo de herramientas que garanticen el desarrollo de las operaciones.
Sobre el particular, se destaca que el Ejército Nacional realiza monitoreo constante de las condiciones climáticas y atmosféricas que se presentan. También, ha tomado contacto con las diferentes entidades operativas y oficinas de Gestión del Riesgo departamentales y municipales, con el fin de mantener una comunicación constante y tener información en tiempo real de las situaciones que se presenten.