La Oficina del Alto Comisionado de Paz informó que se dio un paso importante hacia la consolidación de la paz en el puerto de Buenaventura, gracias a que el alto nivel de los grupos armados Shottas y los Espartanos renovaron el Pacto por la Vida acordado en septiembre del 2022.
Los compromisos asumidos, según se indicó, de no matar, no desaparecer, no torturar y evitar confrontaciones armadas con la fuerza pública quedaron reafirmados. Ratificaron también la no agresión entre los miembros de ambos grupos y la eliminación de las fronteras invisibles entre barrios, que se habían vuelto a imponer en las últimas semanas en la ciudad e impedían el libre tránsito de los ciudadanos.
En tal sentido, el Gobierno Nacional reconoce el valor de algunas personas privadas de la libertad que, siendo ajenas a los grupos armados, han apoyado la propuesta de la OACP con sus buenos oficios, facilitando así la renovación del compromiso de Espartanos y Shottas. A lo largo del proceso de refrendación de este Pacto por la Vida estuvieron organismos multilaterales y miembros del cuerpo diplomático acreditado en Colombia en calidad de testigos.
El Presidente Gustavo Petro ha impartido órdenes precisas para acelerar la intervención integral del Gobierno en Buenaventura, enfrentando con programas institucionales las raíces de la profunda desigualdad que históricamente ha sometido a la comunidad bonaverense.
La Oficina del Alto Comisionado de Paz seguirá presente de manera permanente en la ciudad, apoyando el fortalecimiento del trabajo comunitario y haciendo las consultas diagnósticas que permitan informar la formulación de políticas públicas coherentes con los sueños de vida que tienen todos los habitantes de Buenaventura.
“El logro alimenta la esperanza y nos acerca a la ciudad en paz que todos y todas queremos. En las próximas semanas se instalarán los mecanismos de participación en el proceso de paz urbana y el espacio de discusión sociojurídica para la paz que posibilitarán la reconstrucción del Estado social y ambiental de derecho en Buenaventura”, concluye la OACP.