Según la Contraloría General, 26 Empresas Promotoras de Salud (EPS) adeudan 25 billones de pesos a Instituciones Prestadoras de Salud (IPS), entre otras, y 16 no cumplen con algunos indicadores establecidos por la ley.
Además, se indicó que entre esos 25 billones de pesos hay deudas con Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) y proveedores de medicamentos y tecnologías en salud, así como pasivos de reservas técnicas y administrativas.
Ante este informe, el presidente Gustavo Petro Urrego, en un mensaje publicado en su cuenta de la red X, manifestó que “eliminar la intermediación financiera girando directamente los recursos al sistema clínico y hospitalario es uno de los tres pilares del proyecto de reforma a la salud que se debate en el Congreso de la República”.
De igual manera, el mandatario destacó que el proyecto de ley que se discute en el Congreso propone crear fuerte sistema de salud preventiva, pública y nacional, y aumentar el talento humano y mejorar sus salarios, estabilidad y formación.
“La derecha colombiana dice que lo que hay es que darle más dinero público a este barril sin fondo que construyeron desde 1993 y que llaman sistema de salud”, precisó el mandatario.
De igual manera, el jefe de Estado indicó que mediante este sistema de intermediación privada de recursos se construyó “un mercado en la salud que dejó la red pública hospitalaria de todo el país destruida y a la mayor parte de la población sin atención adecuada”.
Al respecto, el presidente Petro subrayó que “el faltante, dice la Contraloría, es de 25 billones de pesos desde que se obligó a crear en las EPS las reservas técnicas, como toda aseguradora debe hacer, cosa que evadieron, y en la deuda que no pagan a los hospitales y clínicas, dato que no está traído a valor presente, subvalorándolo”.
Así mismo, agregó que los recursos públicos se convirtieron en patrimonio de los dueños y/o administradores de más de 130 EPS que se crearon en los últimos 30 años y se “transformaron en jets privados, campos de golf, casas lujosas, clínicas privadas localizadas en las zonas más pudientes del país, en armas de paramilitares, en fondos clandestinos electorales, y dejaron millones de personas muertas que se podían salvar con la tecnología adecuada”.
¿Qué propone la reforma al sistema de salud?
Frente a este panorama el presidente Petro preguntó: ¿Cómo resolver la contradicción entre una demanda por servicios y tecnologías adecuados para poder sobrevivir a la enfermedad y los recursos del Estado para la salud?
En tal sentido, el mandatario sostuvo que el Gobierno lo que ha propuesto es una nueva forma de administrar los recursos de la salud, dejándolos de supeditar al mercado y poniéndolos al servicio del derecho de la gente.
Para ello, el jefe de Estado recalcó que el proyecto de ley de reforma al sistema de salud que se discute en el Congreso se incluyen tres grandes aspectos:
- Crear un sistema fuerte preventivo público a escala nacional. La prevención y la inversión fuerte en los determinantes de la salud y la prevención y atención primaria disminuyen la enfermedad y abaratan el costo público del derecho a la salud.
- Eliminar la intermediación financiera girando directamente los recursos al sistema clínico y hospitalario.
- Aumentar el número de personal trabajando en la fuerza de la salud, mejorando sus salarios y estabilidad y aumentando la oferta educativa en todo el país.
Finanzas del Estado
Según el presidente Petro, “las finanzas del Estado están a punto de colapso como consecuencia de una serie de decisiones erróneas tomadas en gobiernos anteriores. Si ustedes suman las transferencias públicas que se hacen a las EPS, con las transferencias públicas a fondos privados de pensiones, también agotados, con las de las concesiones de carreteras profundamente deficitarias, con el déficit de las comercializadoras eléctricas, con las transferencias al Fondo de Estabilización de Combustibles para subsidiar gasolina y diesel, y al gran déficit presupuestario que creció por financiar la respuesta al covid con la deuda pública, y no desde la emisión, como hicieron los países del norte, entonces sabrán que las finanzas del Estado están a punto de colapso”, explicó.
Igualmente, recalcó que se convirtió el presupuesto en un simple sistema de transferencias de los recursos públicos a los sectores más ricos del país: al verdadero cartel nacional de la contratación.
“Por otro lado, tenemos personas sin derecho a la salud, a la pensión, a la educación, sin el derecho simplemente a vivir en uno de los países más desiguales de la Tierra que se han construido. Con justicia y decisión popular se puede corregir este entuerto histórico o él nos llevará simplemente a la violencia”, manifestó.
Finalmente, el jefe de Estado reiteró que mantener el subsidio a la extracción en grande del carbón, contraviniendo a la humanidad, permitiendo la deducibilidad de las regalías o impidiendo las reformas sociales, no es el camino.
“Detener el cambio necesario solo nos hundiría en la violencia. Es por esto que propusimos un acuerdo nacional, en el que estamos decididos. No es para cooptar el gobierno a más de lo mismo, o porque nos dé temor de la extrema derecha violenta, o para detener las reformas; es para transformar lo que ya no nos sirve y pasar a una fase más justa y productiva como sociedad humana”, concluyó el presidente.