Por: Jennifer Zamudio
Especial ANP Noticias
Santiago Gutiérrez, músico colombiano, fue escogido y nombrado compositor residente de la Co-Catedral de San José en Brooklyn, una de las grandes iglesias de Nueva York, que es además reconocida por su pluralidad cultural y dedicación con las artes, y que ha abierto sus puertas para que jóvenes músicos y artistas encuentren un espacio de expresión, creación y difusión dentro del marco del arte sacro.
Gutiérrez compositor y cantante graduado de la “Manhattan School of Music” en la ciudad de Nueva York, y con estudios de composición musical y canto clásico de la Universidad Javeriana de Bogotá, fue seleccionado por la organización de “Music at Co-Cath” (MACC), fundada por el director musical de la catedral Alejandro Zuleta.
ANP Noticias conversó con el artista dedicado a la música sacra, y esto fue lo que nos contó.
¿Quién es Santiago Gutiérrez?
Vengo de una familia en donde la música ha sido parte fundamental de nuestras vidas. Y este legado lo recogí desde muy joven, cuando me interesé por el canto y tuve la posibilidad de participar por algunos años en la coral Escolanía, un coro que hizo parte importante del panorama coral en Cali.
Esta pasión por la música me llevó a explorar el camino como vocalista y luego como compositor, que es realmente mi pasión y en el campo que me he especializado en los últimos años, logrando ahora hacer parte de uno de los equipos corales más importantes de la música sacra en Estados Unidos.
¿Cómo nace este amor por la música sacra y los ensambles corales?
El canto coral fue algo a lo que estuve expuesto desde muy joven, participé en algunos coros juveniles durante mi infancia y adolescencia. En estos espacios fue donde conocí la música sacra.
Ésta es una de las tradiciones más antiguas del canto coral, el acto de cantar en grupo desde una postura reflexiva y en este caso de adoración, es una cualidad que comparten muchos ritos de fe alrededor del mundo.
La música coral que acompaña el rito católico es, en mis oídos, una de las músicas más llamativas por su riqueza cultural. Es un puente al través del cual uno puede conocer una comunidad y su tradición desde temáticas universales.
¿Por qué escoger la composición? ¿No es un camino más difícil?
Siempre tuve una inquietud muy grande por la forma en cómo las cosas se construyen. Y en medio del estudio de la música y en medio de un proceso de introspección, me di cuenta de que lo que más me llamaba la atención de la música era justamente ese proceso de creación. Y empecé a trabajar en ese camino, hasta especializarme en composición.
¿Qué tan difícil es lograr reconocimiento en el mundo de los compositores?
Como la mayoría de las cosas esto depende del contexto. El reconocimiento académico, comercial y mediático son por supuesto grandes retos que requieren un alto nivel de compromiso con tus metas, perspectivas e imagen pública.
Por el otro lado existe un tipo reconocimiento que me ha traído al lugar donde me encuentro hoy, este se trata de las conexiones casi instantáneas que se dan a través la interacción con el arte. Uno de los reconocimientos que más valoro es cuando tras el estreno de una de mis piezas encuentro en mis colegas, intérpretes y espectadores el deseo de generar conversaciones alrededor del arte y los conceptos que la rodean. En estas conversaciones y debates es donde vive mi mayor motivación para componer y el ser artista.
Más sobre el talento colombiano
Santiago ha tenido además la oportunidad de ser docente y transmitir su conocimiento a otras generaciones. También trabajó como supervisor musical y asistente de producción de The Opera Next Door.
En la Catedral empezó trabajando como cantante en el ensamble que celebra las misas los Domingos por la mañana y poco a poco fue adquiriendo otras responsabilidades como manager de escenario, director técnico, y recientemente el nombramiento como compositor residente.
En el campo musical ha trabajado en composición y como vocalista. Ha presentado su trabajo en múltiples escenarios colombianos, en importantes escenarios de Frankfurt y Darmstadt, Alemania, y en varios espacios en Nueva York.