El Ministro de Defensa, Iván Velásquez, sobre el último balance de orden público en el Bajo Cauca y el Nordeste Antioqueño, destacó la presencia de “10 mil efectivos de la fuerza pública, entre Policía y Ejército, que hacen presencia en carreteras, cascos urbanos, para garantizar la movilidad y seguridad de la zona.
El Ministro insistió que el proceso de paz en el que está empeñado el Gobierno, no implica en ninguna medida ni debilidad, ni transigencia con el delito, ni aceptación de que continúan en las acciones de narcotráfico, minería ilegal, extorsión.
Recordó Velásquez que “existe un pacto con los pequeños mineros desde septiembre pasado que el gobierno está cumpliendo, pero reiteró que los operativos contra la minería ilegal que alimenta las finanzas de los grupos armados continuarán.
Informó que en las últimas horas, las autoridades destruyeron cuatro grandes dragas ilegales en el sector de San Isidro, en el departamento del Chocó.
La situación que se presenta en el Bajo Cauca y en el Nordeste ha despertado la solidaridad de los colombianos, quienes en diferentes manifestaciones expresaron su apoyo a esta comunidad. En tal sentido, en la capital antioqueña se vivió una multitudinaria concentración en La Plaza de la Libertad, donde, entre otros, rechazaron la violencia que los golpea.
De igual manera, desde la Casa de Antioquia en Bogotá, se enviaron mensajes, todos exigiendo respeto por las comunidades. El gobernador de Antioquia fue enfático en afirmar que aquí no hay estigmatización de los mineros, por el contrario, se busca su legalización.
La concentración solidaria por las comunidades del Bajo Cauca y el Nordeste del departamento inició en la Plaza de la Libertad. Allí se dieron cita miles de antioqueños vestidos con camisetas blancas, pañuelos, banderas y mensajes que pedían respeto por la misión médica, la movilidad, el derecho a la educación, al trabajo, a los mineros ancestrales y a la vida.
El emotivo acto estuvo acompañado del cántico constante de los asistentes quienes coreaban “no están solos, no están solos”, para que su mensaje llegara a las miles de personas que hoy padecen el paro armado de estructuras criminales como retaliación por la acción de la fuerza pública en contra de la minería ilegal.
Esta manifestación tenía cinco propósitos fundamentales: El rechazo a la violencia, la solidaridad con las comunidades del Bajo Cauca y el Nordeste, el respaldo a la misión médica y el respaldo a la misión médica, el apoyo a la fuerza pública y la no estigmatización de la minería.
Precisamente, frente a este último propósito el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, manifestó que “aquí no hay estigmatización a los mineros, lo que queremos es formalizarlos, legalizarlos y que se conviertan no solo en recuperadores sino en protectores de las riquezas ambientales del Bajo Cauca y el Nordeste. Aquí hay mucho por hacer, pero hagámoslo unidos y evitemos que grupos al margen de la ley quieran pescar en río revuelo”, aseguró el mandatario.
A su vez reiteró que, según informaciones reconocidas por el gobierno Nacional, el Clan del Golfo está involucrado en estos actos de violencia donde pagan para que participen de las acciones violentas y dijo que si hay otros actores las investigaciones lo dirán.
“Aquí hay intimidación, aquí hay chantaje, aquí hay pago, hay extorsión por parte de ese grupo ilegal y de otros que establezca las investigaciones”.
Afirmar enérgicamente que las comunidades del Bajo Cauca y el Nordeste, están secuestradas por estos actores armados ilegales.
“Como más se puede decir de miles de habitantes que no pueden salir de sus casas, de comerciantes que no pueden abrir sus comercios, de estudiantes que no pueden ir a sus escuelas. El secuestro fundamentalmente es un atentado contra la libertad y este es un atentado contra todas las libertades de las personas del Bajo Cauca y el Nordeste”.