El Servicio Geológico Colombiano, SGC, informó que desde las 9:00 a.m. de ayer, martes 30 de mayo, hasta mediados de la mañana de hoy, miércoles 31 de mayo, la sismicidad en general presentó niveles bajos.
Por su parte, la actividad sísmica asociada al movimiento de fluidos al interior de los conductos volcánicos mantuvo niveles similares en el número de sismos registrados y leve aumento en la energía sísmica en comparación al lunes 29 de mayo.
Algunos de los sismos registrados estuvieron asociados a la actividad del domo (protuberancia o montículo) de lava existente en el fondo del cráter Arenas o a emisiones pulsátiles de ceniza confirmadas a través de las cámaras web utilizadas para el monitoreo volcánico.
De la misma forma, se registró actividad sísmica relacionada al fracturamiento de roca al interior del edificio volcánico con niveles similares en el número de sismos registrados y en la energía sísmica liberada, respecto al lunes 29 de mayo.
Los sismos se localizaron principalmente en el cráter Arenas y en los sectores nororiente y suroriente al suroccidente del volcán, a una distancia aproximada de hasta 7 km a partir del cráter. Las magnitudes de los sismos continuaron bajas y sus profundidades oscilaron entre 0,5 y 4 km.
Con respecto a la actividad superficial, la altura máxima de la columna de gases y vapor fue 500 m medidos desde la cima del volcán. La dirección de dispersión continuó predominantemente hacia el noroccidente del volcán ocasionando la permanencia de la columna por más de dos días hacia ese sector, lo cual ha causado que personal de la base militar en el Cerro Gualí continúe percibiendo olor a compuestos azufrados como fue reportado nuevamente ayer al anochecer.
La percepción de este olor es un fenómeno ocasional y normal en un volcán en nivel de actividad Naranja e incluso Amarillo, y ocurre cuando confluyen factores como concentración de SO2, alta humedad y dirección del viento.
Por otro lado, continúan las variaciones en la desgasificación de dióxido de azufre y la salida de vapor de agua desde el cráter a la atmósfera. En la madrugada de hoy, miércoles 31 de mayo, se tuvo reporte de una anomalía térmica de valor importante en el fondo del cráter, a partir de las plataformas de monitoreo satelital.
Es importante tener en cuenta que la actividad del volcán Nevado del Ruiz sigue siendo muy inestable. Aunque ya han pasado varios días en los que la actividad sísmica, en general, ha disminuido con respecto a semanas anteriores, es importante recordar que esto no implica que el volcán haya retornado a sus niveles normales de actividad, por lo que se recomienda no acostumbrarse a estos cambios oscilatorios de actividad y pensar que es una actividad normal del volcán.
La detección satelital de anomalías térmicas importantes en el fondo del cráter indica la presencia de material muy caliente cerca de la superficie. Así mismo, la permanencia de salida de ceniza a veces pulsátil y a veces de manera más continua, la persistencia de una leve deformación del terreno, y la disminución de la salida de dióxido de azufre, indican que el volcán todavía podría hacer una erupción importante en días o semanas.
Por ello, desde el SGC se reiteró que la actividad del volcán Nevado del Ruiz continúa en nivel naranja, lo que indica que existe una probabilidad de que en días o semanas haga una erupción mayor a las que ha hecho en los últimos 10 años.
Para cambiar de nivel y retornar a nivel amarillo, indicó el SGC, se requiere un tiempo prudencial donde se puedan observar tendencias y patrones que permitan inferir la posible disminución de la actividad, aspectos que todavía la actual actividad el volcán no muestra.
Por esta razón, el SGC advirtió que el nivel de actividad del volcán Nevado del Ruiz permanecerá en nivel naranja por varias semanas. Durante este tiempo, en caso de que se produzca una aceleración de los procesos que sugieran una erupción inminente o que se produzca la erupción en sí, el nivel de actividad se cambiará a rojo.
Por ello, el SGC recomendó a la comunidad conservar la calma, seguir todas las instrucciones de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y autoridades locales, y estar atenta a la información proporcionada por el Servicio Geológico Colombiano sobre la evolución del estado del volcán.