martes, abril 1, 2025
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La Guajira, espíritu de ceniza

Miguelángel Epeeyüi López

Escritor, investigador y gestor cultural

amerindia@hotmail.com

El poeta Arturo Camacho Ramírez, que fue comisario de La Guajira en 1939, escribió una obra teatral en verso, titulada: Luna de Arena (1948), allí pinceló una estrofa que aún nos deja cierta arrobación reflexiva, al tratar el tema de la complejidad guajira:

“Aquí está contra su pecho, La Guajira/ Que tiene labios de sal,

Y espumas en las pupilas / Corazón de yotojoro,

Sangre, leche y agua… indígenas

Ayy, La Guajira.

Lágrimas de aire y arena / Espíritu de ceniza,

Con amplias venas de sed / Entre angustia y agonía.

Ayy, La Guajira.”

Justamente en el espíritu de cenizas se potencia la simbología de fuego y de renacimiento; con la ceniza realizamos curaciones, abonamos la tierra, preservamos alimentos, alejamos las plagas, limpiamos y purificamos… tener espíritu de ceniza significa vivir en temperancia, saber que la vida es un movimiento circular de control compartido, es un solo corazón distribuido en partes proporcionales, unidas a través de la Palabra… mantenerla entera y funcional es nuestra misión diaria.

Nos preguntamos si, así como pudo el poeta acercarse y comprender la mirada wayuu, desde la metáfora y la sinestesia ¿Es posible que los Gobiernos y/o el Estado puedan comprender la Diversidad, no solo guajira, sino de todo el país, desde la inteligencia efectiva y afectiva? Por supuesto que sí. Sólo basta tejer la voluntad, la capacidad y la honestidad.

La Guajira es una tierra de características únicas, convergencia de contrastes geográficos y biológicos, constituyendo una subregión de rica biodiversidad: páramos, sabanas xerofíticas, valles templados, estepas áridas, espacio marino (… de radas, estuarios, ensenadas y bahías); presentando, en sus 20. 820 Km2, todos los pisos térmicos (desde nieves perpetuas -en el Pico Codazzi a 5390 msnm, hasta los salares desérticos con 35 a 40° bajo sombra). En ella se encuentra el punto más septentrional no sólo de Colombia sino de todo el subcontinente de América del Sur, registrado con el nombre de Punta Gallinas, con coordenadas de 12°27′28″N – 71°40′04″O; además de otros máximos registros nacionales, como: la de mayor radiación solar, con 2.190kWh/m2 anual, que representa estar en el rango del 66%  del promedio mundial; tiene el mayor número en brillo solar con 8,4 de HSD -Hora Solar por Día-; de igual manera es el espacio de más intensidad eólica con 9 Mts por segundo – lo que la convierte en la porción de tierra de Colombia con el mayor potencial en energía solar y en energía eólica (potencial moldeado siglo a siglo, entre humanos y viento, abnegación por largas generaciones…para ahora pretender concederles todo el dominio a las empresas eólicas nacionales e internacionales. Inaceptable).

En semejante escenario de poder natural, la vida humana se ha desarrollado en clara correlación a estas particularidades, creando, así, un compendio de culturas singularísimas que, a lo largo de más de 4.000 años, ha definido una extraordinaria manera de ser, identificada con el don de ser una amalgama funcional de culturas.  Esto la convierte en una tierra de Puerto Orgánico Natural y en espacio de Portal Originario.

Hoy, todo ello se identifica con el nombre técnico de Departamento de La Guajira, con una población aproximada de un millón de habitantes -que hablan, en sus rutinas, seis idiomas muy diferentes entre sí: wayuunaiki, damana, koguian, ikan, castellano, árabe-, con un índice de pobreza multidimensional del 48.7 % (DANE), una tasa de informalidad del 66.7% y una crisis social-económica tan compleja que requiere de una atención directa y especializada, que obliga a organizar un proceso de capacitación integral sobre La Guajira, para todo aquel funcionario que la relacione en su misionalidad; capacitación que incluye: Cultura (Historia, Arte, Diversidad…), Geografía (Orografía, Hidrografía, Territorio marino, Clima…), Sociedad (Características, fronteras, dinámica socio-económica, …).

El venidero viaje a La Guajira y el programa Gobierno desde las Regiones del Gobierno Nacional “Colombia, Potencia de la Vida”, debe asumirse desde este contexto, desde la postura de: “Conocernos y Vincularnos para Comprometernos y Solucionar”.

Es la oportunidad de crear una atmósfera de confianza para un diálogo de saberes diferentes, alrededor del bien común; a partir del núcleo hacia la corteza.

Necesitamos más imaginación, acercarnos al Pensamiento Mítico (que es el Origen Orientador), reducir lo esquemático y la soberbia cetralista; aumentar las metáforas como la del espíritu de ceniza o la de Hijos de la Lluvia en medio del desierto… escuchar nuevas interpretaciones de Paz… como aquella que habla de una Paz Entera, donde cada persona conserva una parte de ella y como hay quienes arrebatan las partes de los otros o se niegan a aportar su parte; allí es donde la Palabra funge como reparadora, la Palabra de los diálogos para desenredar las partes bloqueadas y articularlas hacia la Paz Entera, expresión propicia para comprender la integridad que requiere una paz verdadera.

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