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Inventos Concatenantes

Por: Jorge Mario Yepes

Escritor

Antes del descubrimiento de la rueda ya se había inventado la Línea Recta, pero no le habían puesto nombre. todo esto no hubiera sido posible sin la invención de la ortografía. El desarrollo de estos inventos fue apasionante, veamos:

La ortografía la inventó Telésforo de Salónica

(70-19 A. de C.).

He acá la historia:

Apenas Telésforo empezó a hacer el resumen de “Las Bucólicas” de Virgilio, simultáneamente debía entregar un trabajo sobre “La Ilíada’, para una tesis de la universidad nacional. Entonces tuvo que inventar la manera de parar de leer, porque como no existía el punto, seguía derecho y se pegaba unas confundidas tremendas.

Ya Heráclito el Calvo, primo de Patroclo de Tracia, había señalado que para terminar un párrafo debería escribirse: “Pare aquí”… Pero era muy difícil leer con coherencia porque no se especificaba si había que parar del todo o un momentito.

Lo mismo sucedía con la lectura de los poemas y las hazañas de los héroes; en las ferias del libro de Tesalónica, Bogotá o Delfos, cuando los autores recitaban en voz alta.

Como no había modo de pausar; el poeta se quedaba sin aire… Como le sucedió a Asmo el Griego, poeta esclavo del rey Príamo de Troya. describiendo la belleza de Elena, comparada con la de Afrodita.

Había tanto que decir, y ninguna puntuación, que el orador se quedó sin aire llegando a las nalgas de la diosa.

Desde entonces se implementó enviar cuadrillas de la Cruz Roja en cada feria del libro con una bala de oxígeno.

Todo el mundo leía atropellado y no se sabía a qué hora frenar, empezaban leyendo un libro y seguían con el otro y las novelas no tenían final, ni los versos principio.

La naturaleza fue cómplice. Telésforo, con el matamoscas Aplastó una mosca de las pequeñitas, coincidencialmente al final de un escrito…

No dijo ¡Eureka! porque no era ningún copietas, pero hubiera sido apropiado.

En vez de eso, exclamó:

¡Que mosquero tan berraco… pero aguanta! y

Con la ayuda del matamoscas también inventó desde el asterisco que se componía de una mosca completa, hasta el punto que se ponía arrancándole la cabeza.

La Coma se diseñó con una pata de zancudo, al igual que la Tilde.

Para los puntos suspensivos; calculó cuánto son tres moscas, y las puso en línea.

Nota del Autor:

No confundir los puntos en la Ortografía con el punto G.

Este último está referido en el tratado

“Summa de la Cucca.” Escrito por el italiano Giacommo Pajizzo :(1715 -1795) protegido de la corte de María Antonieta hasta 1793. año en que María Antonieta fue decapitada, y Giaccomo dejó de ser Pajizzo porque se cambió el nombre y además ya estaba muy débil.

¡Pero volvamos al invento del punto!

A pesar de que ya existía la tinta, se volvió sumamente popular en esa época el uso del matamoscas, los más efectivos eran los de plástico de cara ancha. Escribir se volvió de lo más divertido, pues al terminar el párrafo el autor soltaba la mosca encima del papel y ¡Suaz! le daba su guarapazo antes de que volara.

Así mismo el punto se volvió tan popular en la cartografía: que con ese adminículo ya fuera aplastado o pintado, se empezaron a señalar los lugares en los mapas, así pudieron inventarse los mapas del tesoro. Esta costumbre de ponerle ortografía a los escritos derivó en colocarle un punto a cada pueblo. o cada sitio cartografiado.

De esta forma, Cucufato “El Navegante”, corroboró que, mirando en el mapa, la distancia más corta entre dos puntos era una línea a la que llamó, Recta… por aquello de que era la ruta correcta.

Es oportuno advertir que no se debe confundir Recta con Recto.

Sobre este término se habla en “Tratado que indica como la espalda pierde su Modesto nombre” donde por primera vez se menciona el culo, de José María Cagajón y Rebollo.  (1725 -1795).

Aunque el recto está ligado al perfeccionamiento del asterisco, íntimamente asociado al invento de la imprenta de Gutemberg, cuando uno de sus ayudantes escaso de nalgas se sentó en uno de los moldes de arcilla de donde se sacaron los “tipos” cuando dejaron de hacerlos de madera.

El invento de la línea recta, “La distancia más corta entre dos puntos”… con la invención del Punto; ya encontró su razón de ser. Le ahorró a la humanidad mucho tiempo, pues la tendencia era caminar en zigzag, por caminos culebreros.

Como lo describe el poeta Juan Andariego Burralbe contemporáneo de Cervantes:

CULEBRERO

“Mirad que va a llover y el camino es culebrero…

Pero fijaos que como me marcho, me pongo mi sombrero.

Apresuraos, coged el sillón y ponedlo a la burrita, coged el machete y metedlo en su vainita

Mirad que va a llover y el camino es culebrero.

Poema – romántico inmortalizado luego en una pieza para piano compuesta por Juan Sebastián Bach. Para el Monarca Austriaco Francisco José Augusto Javier Montagut de Habsburgo y Lorena, apodado “Pacho El breve”.

Como vemos pues, la historia se presenta de maneras insospechadas.

En nuestro próximo escrito analizaremos de manera profunda por qué el papel higiénico no viene impreso sino acolchado y en hoja doble.

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