
En el marco de la Semana “Bogotá Reverdece” la actualización del inventario de emisiones de gases efecto invernadero a 2022 mostró una reducción cercana al 20% en la ciudad, respecto al escenario base (BAU Business as Usual, por sus siglas en inglés).
“Según nuestros inventarios de gases de efecto invernadero que hemos hecho de manera muy cuidadosa, con revisión por parte de la comunidad internacional, tercera revisión, cuarta revisión, Bogotá ya ha tenido una gran victoria frente al cambio climático. Entre 2017 y 2022 redujimos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero en cerca del 20 %, esa es una cifra que realmente está por encima del promedio”, indicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
Así mismo, la funcionaria manifestó que “no hay muchas ciudades del mundo que tengan inventario hecho de manera rigurosa, que puedan reportar de efectos tan impresionantes. Esto nos indica que estamos bien encaminados, si logramos reducir ese 20 % en estos años es muy posible que logremos ese carbono neutralidad, es decir, ya no emitir gases de efecto invernadero en el 2050”.
Cabe señalar que las emisiones totales en 2022 fueron, según el inventario de emisiones preliminar, 9,71 millones de toneladas de CO2 eq. En el escenario BAU, es decir si la ciudad no hubiera implementado ningún cambio o medidas de mitigación, las emisiones habrían sido de 12,1 millones de toneladas.
En esta oportunidad, la reducción se da principalmente como resultado de la renovación y electrificación de la flota del transporte de pasajeros, las políticas y acciones de la Administración Distrital para el reverdecer de Bogotá, la implementación del teletrabajo y la disminución de viajes
Así mismo del aumento de las ciclorrutas, la puesta en marcha del programa de bicicletas compartidas, el mejoramiento de la infraestructura para los peatones, entre otros.
“Bogotá tiene una Política de Acción Climática, desde el 2020, esta política pasó a Conpes la semana pasada y ya queda, no como política de esta Administración, sino como política púbica de la ciudad. La política tiene acciones a 2024, a 2030 y 2050, para que la ciudad sea carbono neutral y resiliente a los efectos del cambio climático. Esa es una construcción que se hace poco a poco, sin embargo, ya le tenemos excelentes noticias a la ciudad”, agregó la secretaria Urrutia.
Transporte público, fundamental para este logro
En 2020, al inicio de la Administración de la alcaldesa Claudia López, el transporte emitía 4,40 toneladas de CO2; en 2022, este mismo sector, emitió 4,04 toneladas de CO2. Este resultado está relacionado con la renovación de la flota de buses que ha realizado la ciudad, donde ya se han adjudicado 1485 de los cuales 1290 ya están en operación.
“Ya tuvimos esa primera fase de la transición energética de Bogotá. Sabemos que es posible, gran parte viene del esfuerzo de la ciudad, gobierno tras gobierno, en mejorar el transporte público, primero en combustibles y después en los buses mismos hasta tener esa maravillosa flota de 1485 buses eléctricos que han ido sacando las chatarreras del pasado, sobre todo, no en el sistema troncal sino en los sistemas complementarios”, dijo Carolina Urrutia.
Además, las emisiones por uso de energía en las edificaciones también presentaron una reducción en comparación con los años anteriores a la pandemia, al pasar de 4,13 toneladas en 2019, a 3,91 toneladas en 2022.
“Los gases de efecto invernadero provienen sobre todo de los combustibles fósiles, de la quema de combustibles. En Bogotá esas emisiones, que vienen de nuestro transporte, todo el transporte público, privado, de carga, la maquinaria amarilla, todos emiten gases de efecto invernadero. Además, tenemos los que provienen del mal manejo de los residuos sólidos o los residuos líquidos y el proceso de descomposición de los residuos orgánicos también producen gases de efecto invernadero”, explicó Urrutia.
Vale señalar que Bogotá se encuentra en una trayectoria de emisiones que le permitirá cumplir con su primer objetivo de mitigación fijado para 2024: reducir el 15 % de sus emisiones con respecto a la línea base.
Además, trabaja en la implementación de estrategias para mitigar los efectos del cambio climático y buscar la neutralidad en carbono a 2050, por eso, se construyó la Política Pública de Acción Climática, que se encamina en el compromiso adquirido por el país de disminuir a 2030 el 51 % de las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Vamos bien, dejamos a una ciudad con optimismo frente a la crisis climática, una ciudad que ya ha mitigado y que sabe cómo hacerlo. Este es un mensaje también para el Gobierno Nacional: la transición energética se tiene que hacer cuidadosamente con planeación y con aprendizaje, eso es lo que ha hecho Bogotá y tenemos mucho que compartir de esa experiencia con las demás ciudades del país”, concluyó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
Finalmente, desde la autoridad ambiental del Distrito se informó que los inventarios de gases efecto invernadero de Bogotá, de 2010 a 2020, han sido validados por la red global de las principales ciudades del mundo (C40) que están unidas en acción para enfrentar la crisis climática. Los inventarios de 2021 y 2022 estarán también en ese proceso de validación.