
Enlaza, filial del Grupo Energía Bogotá (GEB), y el Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras (ProCat), finalizaron la primera etapa del estudio que entrega información científica sistematizada y actualizada sobre el estado del tigrillo lanudo que habita en el área de influencia de los proyectos de transmisión de energía eléctrica Norte y Sogamoso, en Cundinamarca.
Según se indicó, en el avance de la estrategia, durante el último semestre de 2022 se evaluaron los resultados del seguimiento con 100 cámaras de monitoreo, dispuestas durante cinco meses en puntos estratégicos de ambos proyectos –esenciales para garantizar la seguridad energética de Bogotá y el centro del país.
Gracias a este trabajo, se logró el registro de la especie en 20% de las estaciones, con 165 detecciones (número de veces que se detectó un tigrillo en una cámara, ya sea por foto o video) y cerca de 46 registros independientes (cantidad aproximada de individuos diferenciados).
Sobre el particular, Alejandro Giraldo, gerente Ambiental de Enlaza, explicó que con un esfuerzo de 5.000 noches trampa (el esfuerzo de muestreo surge del número de días y cantidad de trampas instaladas) se verificó la presencia del tigrillo en los seis municipios priorizados: Tenjo, Subachoque, Tabio, Zipaquirá, Cogua y Tausa.
Igualmente, manifestó que “se logró, también, identificar y confirmar la presencia de otras 11 especies de mamíferos medianos que comparten el espacio con el tigrillo lanudo, entre las cuales están el borugo de montaña, el ñeque, la ardilla de cola roja, el conejo andino, la comadreja, el cusumbo mocoso o de montaña, el zorro perro y la martilla”.
Al respecto, agregó que la investigación permite comprender que el tigrillo lanudo tiene una distribución asociada a las zonas altas de los Andes en Suramérica. Y en el país, habita en las tres cordilleras, principalmente en los ecosistemas altoandinos de bosques, matorral y páramo.
Así mismo, señaló que existen condiciones para que habite zonas como la Serranía de San Lucas o la Serranía del Perijá, aunque aún no se cuenta con datos confirmados para estas zonas.
“Encontramos que las principales amenazas para la especie son la transformación y la pérdida de hábitat por expansión de la frontera agropecuaria; seguida de urbanizaciones, presencia de animales domésticos abandonados, semiferales y ferales, atropellamientos, la cacería por retaliación, cacería en general, el turismo no regulado, el tráfico ilegal y el desconocimiento general de la especie”, afirma el gerente Ambiental de Enlaza.
La relevancia del estudio radica en que, se actualizó la distribución y estado de conservación de esta especie amenazada a nivel nacional. “Actualmente, no se encontraba consolidada la información sobre los registros y observaciones del tigrillo lanudo, a pesar de los diferentes esfuerzos sobre su conocimiento y monitoreo”, destacó Teresa Andrea Cárdenas, bióloga de Enlaza.
De hecho, puntualizó Cárdenas, el programa ‘Diseño e implementación de una estrategia holística y participativa de conservación para Leopardus tigrinus en Cundinamarca’ permitió validar la distribución, definir las áreas de hábitat clave, los corredores de conectividad e identificar las principales amenazas sobre la especie, la cual, se encuentra categorizada como vulnerable a nivel internacional, por la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y a nivel nacional, de acuerdo con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
“Podemos proteger al tigrillo lanudo evitando la tala de bosques, realizando procesos de reforestación, cuidando las mascotas, generando prácticas productivas sostenibles, haciendo educación ambiental, implementando el ecoturismo, denunciando el tráfico ilegal de especies, con más investigaciones y monitoreos, planificando territorialmente y no cazando”, dice Magda Vargas, bióloga de Enlaza.
Para el GEB y su filial Enlaza, cuyo valor corporativo esencial es ‘Primero la vida’, este análisis es fundamental para avanzar en la construcción de un modelo que permita tomar mejores decisiones para desplegar planes y programas encaminados a proteger los ecosistemas y sus individuos, mientras se construyen los proyectos de transmisión de energía eléctrica que necesita el país.
Sobre el tigrillo
Conocido científicamente como Leopardus tigrinus, es la especie de felino ‘manchado’ más pequeña que habita en Colombia y hace parte del grupo de los denominados tigrillos. Carnívoro, nocturno y buen escalador.
Es un felino solitario, con hábitos elusivos, que utiliza grandes áreas de hábitat (hasta 5 km2) y puede moverse entre parches aislados y alejados para sus necesidades ecológicas.
Mide entre 36 y 60 centímetros y es casi del tamaño de un gato doméstico. Sus manchas son negras, longitudinales y en forma de roseta y su pelaje es delgado y lanudo, razón de su nombre común. Su cabeza es pequeña y redondeada, con bordes blancos en las orejas, hocico corto, cuerpo delgado y esbelto y sus huellas son pequeñas.