Por: Lilia Solano
Directora general Unidad para las Víctimas
La situación en la región del Catatumbo, que llevó al gobierno nacional a declarar el estado de conmoción interior, exige que la información a la que tienen derecho las ciudadanías que conforman la sociedad colombiana sea veraz y esté sustentada firmemente en datos verificables. A fin de contribuir con información pertinente, relevante y debidamente sustentada, desde la Unidad para las Víctimas compartimos a continuación datos más detallados que dan cuenta de los alcances de nuestra presencia en la zona en cumplimiento de nuestro mandato misional.
Desde antes que se desencadenaran las acciones armadas que hoy tienen a la región en primer lugar de las preocupaciones urgentes del país, la Unidad para las Víctimas ya venía atendiendo a la población víctima del conflicto armada según aparecen en el Registro Único de Víctimas.
Es necesario precisar que la Ley 1448 del 2011, que «dicta medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno», dispone que el Registro Único de Víctimas es una herramienta que recae bajo la competencia de la Unidad para las Víctimas.
Siguiendo esa misma norma, le corresponde al ministerio público la orientación y asesoría a las víctimas en la atención inmediata de emergencia. Con tal fin, las solicitudes de atención siguen un proceso que normalmente dura 60 días hábiles contados a partir de la radicación de las declaraciones. Sin embargo, debido a la emergencia del Catatumbo este proceso se inició de manera inmediata.
La Unidad para las Víctimas ha actuado de manera oportuna de tal manera que los derechos de las víctimas en la región del Catatumbo estén protegidos en todo momento. A tono con su mandato misional, la Unidad desempeña su papel desde el territorio mismo donde se presenta esta situación que afecta a la población civil.
La atención a la población civil que ve vulnerados sus derechos a vivir en paz en razón de las acciones de los grupos armados, refuerza el imperativo de insistir en el llamado a esos actores a que detengan esas acciones que ponen en riesgo a los habitantes de la región. Junto con esta insistencia va nuestro compromiso indeclinable con las víctimas cuya reparación integral constituye la médula de nuestras acciones de atención y apoyo.