En actividades de control y registro en la terminal de transportes El Salitre, la Secretaría de Ambiente y la Policía Metropolitana lograron la incautación de 102 individuos de fauna silvestre, entre los que se encontraban peces, gastrópodos y crustáceos (cangrejos). Los animales eran movilizados en modalidad de encomienda a través de una empresa de transporte de pasajeros.
Sobre el operativo, se indicó que al momento de la revisión de dicha encomienda, se logró establecer que, al interior de unas bolsas, embaladas en dos cajas, había 14 peces loro (Scaridae) y tres individuos de pez ángel (Pomacanthidae).
Además, cinco peces mariposa (Chaetodontidae), dos peces cirujano (Acanthuridae) y otros 19 peces de la familia Gobiidae (Gobios), además, 10 especímenes de la clase Malacostraca (cangrejos) y 49 de la clase Gasterópoda (conchas).
De igual manera, se estableció que el presunto contraventor no contaba con los documentos que validaran aprovechamiento, tenencia y movilización, además, el embalaje de los individuos no cumplía con las condiciones mínimas que permitieran su termorregulación, seguridad y alimentación para su traslado.
Luego de este procedimiento, la Secretaría de Ambiente iniciaró los respectivos procesos sancionatorios ambientales como lo establece la Ley 1333 de 2009. La Policía Nacional realizó la captura y judicialización de una persona.
Cabe señalar que el tráfico, consumo o tenencia ilegal de fauna silvestre es un delito que genera desequilibrio en los ecosistemas, afecta su funcionamiento y produce sufrimiento a los animales silvestres.
Igualmente, la caza, el transporte, la comercialización y la tenencia ilegal de fauna silvestre son prácticas que se catalogan como un delito ambiental y se sancionan conforme a la Ley 1333 de 2009.
Asimismo, el Código Penal contempla penas entre 48 y 108 meses de prisión para quienes se apropien, extraigan, exploten, mantengan o se aprovechen de animales silvestres en el territorio nacional.
Traslado de los individuos al Caribe colombiano
Luego de la incautación, los animales fueron trasladados al Centro de Atención, Valoración y Recuperación de Flora y Fauna Silvestres de la Secretaría de Ambiente de Bogotá para su estabilización y cuidado temporal, donde se les brindó reoxigenación y alojamiento termorregulado.
Una vez estabilizados, los individuos fueron trasladados vía aérea a jurisdicción del Establecimiento Público Ambiental de Cartagena, EPA, que coordinaron con el Oceanario en las Islas del Rosario para brindarles las condiciones ecológicas necesarias para su sobrevivencia.
Los especímenes entrarán en un periodo de cuarentena y rehabilitación para una posible liberación en los arrecifes del Caribe colombiano.