Las comunidades del Río Nueva Esperanza, Ceibito, San Isidro y Guadual, en el Basjo calima, regresaron a su territorio, tras tres años de desplazamiento forzado por causa del conflicto armado. El histórico retorno fue acompañado por la directora de la Unidad para las Víctimas, Patricia Tobón Yagarí, la Alcaldía de Buenaventura y otras entidades del orden nacional y territorial.
“Nada se compara con volver a casa. Lo saben en carne propia las 323 familias (786 personas) que regresaron a su territorio, en el Bajo Calima, luego de casi tres años de haber salido de allí por el conflicto armado”, sostuvo la directora de la Unidad.
Al respecto, se indicó que se trata de las comunidades que integran el Consejo Comunitario de Comunidades Negras del Bajo Calima. Muchas de estas familias se encontraban albergadas en el coliseo El Cristal y la caseta comunal del barrio R9 en Buenaventura, Valle del Cauca.
De igual manera, se destacó que el regreso se dio tras la propia decisión de las familias, que fue acompañada de manera conjunta por las entidades territoriales y nacionales que aunaron esfuerzos con las comunidades para lograr que ese retorno se diera de manera digna y segura.
“Volver es tener futuro, es nacer de nuevo. Estar en el hogar es lo mejor que me puede pasar. Estar en mi pueblo, Ceibitos, es una alegría profunda y allá me quiero quedar”, relató Édgar Manyoma Hurtado, uno de los moradores más antiguos de este territorio.
El alistamiento para el traslado a sus territorios se dio con chivas y camiones que iban acompañados de banderas y música en señal de alegría por el reencuentro con sus raíces. Al llegar, luego de tres horas de viaje por tierra desde Buenaventura, niñas, niños, y jóvenes se encontraron con el Río Calima a través de chapuzones llenos de libertad.
Así mismo, en la calle principal de San Isidro, donde se veía el movimiento principal, se escucharon cantos que decían: “Aquí nacimos, aquí nos quedamos y de aquí no nos vamos. Porque esta tierra es nuestra, completamente nuestra”. También se oyó la voz de un niño que sentado en la entrada de su casa saludaba a los forasteros acompañantes diciendo: “Miren a mi pueblo”.
“Hoy es un nuevo comienzo. Sin duda tenemos muchos desafíos y es seguir avanzando en mayor presencia del Estado para estas comunidades y lograr también la recuperación de sus proyectos de vida, en eso estamos trabajando de manera decidida”, señaló la directora de la Unidad para las Víctimas.
Igualmente, la funcionaria agregó que este retorno se suma al esfuerzo adelantado en diciembre pasado con la comunidad de Santa Rosa de Guayacán, cuyas 31 familias también regresaron al territorio en la cuenca del Calima.
Tras visitar este territorio y escuchar cómo se ha avanzado con los compromisos para esta comunidad retornada, precisó que la Unidad para las Víctimas está haciendo seguimiento a los compromisos y avances en la ruta de retornos de este resguardo.
En tal sentido, Julio César González, representante legal del Consejo Comunitario del Bajo Calima, dio un mensaje de dignidad durante el retorno y enfatizó que “el desplazado no es un mendigo, sino que sale de su territorio por fuerza mayor, por intereses de otros. Es menester que lo que han sufrido las comunidades del Calima no lo sigan sufriendo las demás”.
El Bajo Calima, un territorio priorizado
La región de Bajo Calima ha sido una de las priorizadas por el Gobierno nacional a través de acciones integrales para vida y la paz, que buscan contribuir a la restitución de derechos fundamentales y colectivos, como es la productividad y la infraestructura para la vida, por medio de proyectos de gran relevancia para las transformaciones territoriales.
Este proceso apunta a generar una permanencia en los lugares de origen, como también la recuperación de su identidad cultural y el arraigo en sus territorios. Con un enfoque diferencial de mujeres, niños, niñas y adolescentes, se busca posibilitar el retorno seguro de la población a sus territorios, el fortalecimiento comunitario y la restitución de los derechos colectivos étnicos.
Articulación interinstitucional
La Alcaldía de Buenaventura, la Gobernación del Valle del Cauca, la Vicepresidencia de la República, la Unidad para las Víctimas, el Departamento Nacional de Planeación (DNP), El ICBF, y los ministerios de Vivienda, Agricultura, Educación, Salud, entre otras entidades, han construido una sinergia institucional para acompañar integralmente y hacer seguimiento al retorno de estas comunidades.
De hecho, desde septiembre de 2023, el proceso de retorno se ha dimensionado en los diferentes ejercicios de articulación y negociación en la Mesa de Diálogos para la Paz entre el Gobierno nacional y el ELN.
Cabe recordar que, al cierre del cuarto ciclo de diálogos, en Venezuela, las partes suscribieron, entre otros, el Segundo Acuerdo de Caracas, que define al Bajo Calima y San Juan como zonas priorizadas para la implementación de alivios humanitarios y transformaciones territoriales, con la participación activa de las comunidades y brindando especial atención a sus necesidades más urgentes.