
El presidente Gustavo Petro anunció desde China que Colombia radicó formalmente la solicitud de ingreso al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por sus siglas en inglés) de los BRICS. Una carta firmada por el ministro de Hacienda y Crédito Público, Germán Ávila Plazas, expresa el interés de Colombia de hacer parte del NBD, como miembro prestatario.
Es decir, un país que forma parte del Nuevo Banco de Desarrollo y recibe préstamos a tasas bajas de ese banco para financiar proyectos de desarrollo en infraestructura, energías renovables, salud, entre otros.
En ese sentido, el ministro informó a Dilma Rousseff, presidenta de este banco multilateral de desarrollo, creado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS, acrónimo para referirse a este bloque de países) en 2015, que Colombia “está dispuesta a suscribir 5.125 acciones del capital autorizado del Nuevo Banco de Desarrollo, de las cuales 4.100 corresponden a acciones exigibles (como garantía) y 1.025 corresponden a acciones pagadas (en efectivo)”.
“Esto equivale a un capital suscrito (monto total comprometido a aportar) de USD 512,5 millones (2,1 billones de pesos), que incluye un capital exigible de USD 410 millones (1,7 billones de pesos) y un capital pagado de USD 102,5 millones (429 mil millones de pesos)”, dice la carta.
El primer pago, indica el ministro en la carta de solicitud de ingreso, se realizará dentro de los seis meses siguientes a la fecha en que Colombia entregue el documento de adhesión al convenio al Gobierno de Brasil.
La noticia la dio el jefe de Estado en Shanghái, en el marco de su visita oficial por el gigante asiático, al término de una reunión con Rousseff. La solicitud de Colombia para unirse al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) marca un paso estratégico hacia la diversificación de las fuentes de financiamiento internacional y la consolidación de alianzas con economías emergentes.
Según las autoridades colombianas, el NDB representará para el país una alternativa concreta a las instituciones financieras tradicionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial. La adhesión a esta entidad le permitiría a Colombia acceder a créditos con condiciones favorables y fortalecer su capacidad de respuesta frente a desafíos como el cambio climático o las crisis económicas globales.
Además, esto posiciona al país como un actor relevante dentro de una arquitectura financiera donde las economías del sur global buscan mayor autonomía y equidad en la toma de decisiones.
Al comprometerse con un capital suscrito de más de 500 millones de dólares, Colombia no solo demuestra confianza en la gobernanza del NDB, sino que se proyecta como un socio comprometido con el fortalecimiento de la cooperación Sur-Sur
Esta participación también abre nuevas puertas para el sector privado colombiano y proyectos públicos que requieren financiación innovadora y sostenible.
Dilma Rousseff, presidenta del NDB y expresidenta de Brasil, aseguró en su intervención en el Foro de China-CELAC, en el participó el presidente Gustavo Petro, que “el unilateralismo representa un retroceso. Substituye el derecho por la fuerza y la cooperación por la imposición”.
Afirmó que el Banco de los BRICS “fue concebido para apoyar el desarrollo en el sur global, sin vetos, sin condicionalidades y con respecto a la soberanía nacional de cada país. Somos el primer banco multilateral totalmente establecido por y para el país en desarrollo y mercados emergentes”.
Igualmente, agregó que “hasta el momento, hemos aprobado 122 proyectos de inversión, totalizando cerca de 40 billones de dólares. El uso de monedas locales se convirtió en una política diferenciada. Actualmente, cerca del 24% de nuestras operaciones de inversión y 31% de nuestras captaciones son realizadas en monedas locales”, dijo.
En ese sentido, la entrada de Colombia al NDB puede convertirse en una plataforma para estrechar lazos estratégicos con países como Brasil, India, China y Sudáfrica, lo cual puede traducirse en mayor comercio, inversión extranjera directa y transferencia de tecnología.
Sobre los BRICS
BRICS es una asociación económica-comercial de cinco economías nacionales emergentes que representan un potencial de desarrollo. Su nombre surgió de las primeras letras de los países que la conformaron: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Su creación fue en el 2010 en Johannesburgo (Sudáfrica) y el primero de enero de 2024 se incorporaron al grupo: Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán, como miembros plenos.
En octubre del año pasado, durante la XVI Cumbre en Kazán (Rusia), los BRICS crearon para el primero de enero de 2025, la categoría de estados miembros asociados, naciones que no son oficialmente parte del bloque, pero reciben apoyo de los países miembros.
El Nuevo Banco de Desarrollo (NDB)
El Nuevo Banco de Desarrollo tiene una cartera sólida y diversificada de proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible. Hasta la fecha, el NDB ha aprobado alrededor de 39 mil millones de dólares de financiación para 120 proyectos que abarcan 11 de los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) establecidos por la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Las principales áreas de actuación del NDB incluyen energía limpia y eficiencia energética, infraestructuras de transporte, agua y saneamiento, protección medioambiental, infraestructuras sociales e infraestructuras digitales.
Para diciembre de 2024, 13 países fueron aceptados como estados miembros asociados: Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam.
Según el mismo banco, su objetivo es “lograr un impacto transformador para ayudar a los países miembros a alcanzar las aspiraciones de desarrollo alineadas con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París sobre el Cambia Climático.