Las familias Emberá asentadas en el Parque Nacional y la Unidad para las Víctimas realizaron un ritual de armonización que marcó un momento crucial en el proceso de preparación del retorno a sus territorios ancestrales.
En esta oportunidad, cerca de 200 integrantes de la comunidad -hombres, mujeres, jóvenes, niños y adultos mayores- con voluntad para retornar al Alto Andágueda y otros territorios, censados por la Unidad para las Víctimas para su traslado digno y en condiciones de seguridad, salieron del Parque Nacional hacia el Parque Entre Nubes.
El evento comenzó con un mensaje de bienvenida del subdirector de la Unidad para las Víctimas, Omar Fernández, quien destacó la importancia del ritual de armonización, indicando que “siempre necesitamos armonizarnos, hay cosas que están desequilibradas, como en una tensión”.
A su turno, la directora de la Unidad para las Víctimas, Lilia Solano, también se dirigió a los presentes, subrayando la conexión espiritual con la Madre Tierra y los ancestros. Cerró la ceremonia agradeciendo al Creador y a los elementos naturales presentes, como el sol y la lluvia, que acompañaron este acto de armonización.
“Este acto espiritual de armonización es una preparación para el corazón, el espíritu y la vida de aquellos que van a retornar. Es esencial que estén aquí las mujeres y los niños, símbolos de la vida”, dijo Solano.
De igual manera, los líderes de los tres grupos Emberá presentes, realizaron intervenciones espirituales en torno a un río Andágueda simulado en papel azul, símbolo de vida para la comunidad.
Los jaibanás encendieron sus tabacos y acompañados por tambores y flautas, los participantes ofrecieron flores mientras realizaban un baile en agradecimiento a la Madre Tierra, al que se sumaron abuelas, madres e hijas, en rechazo a la violencia contra la mujer, quien, como la madre tierra, es dadora de vida, paz y amor.
“Este encuentro no solo representa un paso más en el camino hacia el retorno y la reubicación de la comunidad Emberá, sino también una reafirmación de su conexión con la Madre Tierra y sus raíces culturales y espirituales. La Unidad para las Víctimas continuará acompañando a las comunidades en su proceso de retorno y reparación integral”, enfatizó la directora Lilia Solano.