
En la apuesta por gestionar la velocidad de manera eficiente, el alcalde, Carlos Fernando Galán, presentó la Estrategia de gestión de velocidad para una movilidad segura y eficiente que contribuye con el propósito de salvar vidas y optimizar el uso de las vías en los corredores más críticos de la ciudad por siniestralidad vial.
Esta estrategia, que contó con el apoyo técnico de la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Mundial (BIGRS), es reconocida a nivel internacional y ha incidido en la norma nacional. Asimismo, trabaja de manera integral con el enfoque de sistema seguro, basado en evidencia, con el objetivo de salvar vidas y garantizar una movilidad eficiente con medidas complementarias.
Lo que quiere decir que, se basa en el análisis de datos e información como un factor esencial para la toma de decisiones técnicas y contempla intervenciones integrales en dos ejes: (i) gestión y control y (ii) señalización e infraestructura, que se complementan con acciones de comunicación y cultura, como componentes de un tercer eje transversal para reducir la siniestralidad vial y salvar vidas en las vías.
Cabe destacar que, según la SDM, durante 2024 se registraron 565 fallecidos y más de 22 mil lesionados por siniestros viales en Bogotá. El 48% de las víctimas fatales fueron motociclistas, involucrados en 7 de cada 10 muertes.
Aunque en lo corrido de 2025 las cifras preliminares muestran una reducción del 14 % en muertes por siniestros viales en el primer trimestre, las 130 personas fallecidas entre el 1 de enero y el 31 de marzo, evidencian que la siniestralidad vial es un problema de salud pública en la ciudad.
Además, de acuerdo con estudios del Instituto de Recursos Mundiales (WRI) esta es una problemática crítica que afecta, en mayor medida, a los motociclistas; por su parte, investigaciones de la Universidad Johns Hopkins evidencian que, en Bogotá, el 42 % de los conductores excede los límites de velocidad, siendo los motociclistas los más propensos a ser víctimas de esta peligrosa conducta.
Para hacer frente al exceso de velocidad en las vías de Bogotá, la Secretaría Distrital de Movilidad, SDM, intervino la Avenida Villavicencio, entre carreras 38 y 48, con la instalación de seis resaltos parabólicos, que se suman a los ocho implementados en la Avenida Circunvalar a principios de este año.
Además, a los diez instalados en septiembre 2024 en la Avenida Guayacanes, primer corredor intervenido con esta medida, que, en el primer trimestre después de la instalación, registró un positivo balance: 0 fatalidades y disminución del 82 % en lesionados.
En el tramo intervenido de la Avenida Villavicencio, caracterizado por concentrar una alta circulación de peatones y donde, en los últimos cuatro años, ocho perdieron la vida como consecuencia de siniestros viales y 171 personas resultaron lesionadas, se redujo en más del 30 % el exceso de velocidad registrado para todo tipo de vehículos y hasta en un 63 % para motociclistas.
En esta iniciativa, la SDM ha trabajado en articulación con el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y la Unidad Especial de Rehabilitación y Mantenimiento Vial (UERMV), y en el marco de la Estrategia de gestión de velocidad para una movilidad segura y eficiente,
La proyección para los próximos meses del 2025 es implementar 150 resaltos parabólicos que permitan mitigar el exceso de velocidad en las vías arteriales más críticas, es decir el 10 % del total de vías de Bogotá, donde hoy se concentra cerca del 20 % de los siniestros fatales.
Igualmente, se anunció que la próxima intervención será en la Avenida Boyacá, entre la carrera 24 y la calle 8. En este segmento, además de los resaltos parabólicos, se implementarán medidas complementarias para mejorar la seguridad y la eficiencia del tránsito: señalización mejorada, cierre de intercambiadores para reducir conflictos entre vehículos y optimización semafórica.
De acuerdo con la SDM, los resaltos parabólicos son una medida de infraestructura sencilla pero innovadora, que ha demostrado ser muy efectiva para reducir la siniestralidad vial, causada por el exceso de velocidad, sin afectar la fluidez de la movilidad.
A diferencia de otros elementos, no generan ruido ni vibraciones, lo que protege tanto a los usuarios de la vía como a los residentes cercanos. Su diseño busca, especialmente, incidir en el comportamiento de los motociclistas en vías arteriales.
“La experiencia de los resaltos parabólicos en Bogotá, ratifican que esta medida se está consolidando como una intervención clave para salvar vidas en las vías de la ciudad. Con los resaltos parabólicos de la estrategia de gestión de la velocidad, Bogotá reafirma su compromiso con la construcción de una movilidad segura que priorice la vida de todos quienes comparten la vía”, enfatiza la SDM.