
La Unidad para las Víctimas reafirmó su compromiso con la reparación integral de las víctimas del conflicto armado agilizando la entrega de las indemnizaciones administrativas a la población del Eje Cafetero.
“La entrega de estas cartas, que contribuyen a la reparación, representa un impulso para fortalecer los proyectos de vida individuales y colectivos que fueron truncados por el conflicto”, afirmó Katherine García Ochoa, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Eje Cafetero.
Las jornadas de entrega que beneficiaron a más de 1.330 víctimas se realizaron en el último mes en Pereira, Manizales, Armenia y el oriente de Caldas. La entidad se desplazó hasta los municipios caldenses de Manzanares, Pensilvania, Marquetalia, Samaná y Victoria, a entregarle las cartas de indemnización a las víctimas que no pudieron desplazarse hasta las ciudades capitales de la región.
Estas jornadas tuvieron un enfoque especial para los adultos mayores, personas con enfermedades y en condición de discapacidad, quienes suelen enfrentar mayores dificultades para movilizarse. La entrega en sus propios municipios garantizó equidad y comodidad, asegurando que recibieran su indemnización sin comprometer su salud y bienestar.
También se brindaron espacios de orientación y acompañamiento donde las víctimas recibieron información sobre el uso adecuado de los recursos, estrategias de inversión y oportunidades de apoyo gubernamental. Estas acciones buscan que la indemnización tenga un impacto real y duradero en la vida de las víctimas, más allá de su valor simbólico.
Ejemplo de vida
Después de 20 años de espera, Hernando Morales*, uno de los beneficiarios, recibió la llamada que tanto esperó. Sin necesidad de intermediarios, fue convocado por la Dirección Territorial de la Unidad para las Víctimas en el Eje Cafetero y recibió su carta de indemnización, que representa un primer paso en su proceso de reparación tras haber sido desplazado de Quibdó, Chocó, por el asesinato de su padre a manos de las extintas FARC.
“Mi padre era líder social en Quibdó. Lo recuerdo como un hombre muy valiente que defendió sus derechos y los derechos de su comunidad. Hoy más que nunca, lo recuerdo con admiración”, contó en medio de la satisfacción por recibir su carta de indemnización.
Ahora radicado en la ciudad de Pereira, Hernando además expresó su agradecimiento luego de haber recibido la orientación del equipo de la Unidad, que lo acompañó en lo relacionado con la inversión adecuada de los recursos que recibió de su indemnización económica.
Además, historias como la de Hernando se plasmaron en el Libro de la Dignidad, que hace parte de la estrategia Tejer la palabra, bitácoras de la memoria, la cual busca que las víctimas y sobrevivientes escriban en un cuaderno mensajes y palabras que desean compartir con la sociedad para socializar los procesos de reparación.
“Con este avance en las acciones de reparación individual en las regiones, la Unidad para las Víctimas reafirma su compromiso con la reparación, dignificación y justicia para las víctimas del conflicto, consolidando una política efectiva de reconocimiento y reparación en el país”, enfatizó la directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Eje Cafetero.