En un acto solemne, la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, en articulación con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, y luego de identificarla plenamente, entregó los restos mortales de María Eugenia López Marín a sus seres queridos.
La víctima, con 19 años, y sin que hubiese tramitado aún su cédula, fue vista por última vez el 30 y 31 de diciembre de 2007, en la finca Campoalegre, de la vereda Quebradaseca, de Samaná (Caldas). Allí vivía con su familia, sus padres y su hijo de 11 meses de nacido. Desde entonces, su madre, Mabel Marín Herrera, no paró de buscarla y tras 17 años de incertidumbre, finalmente le dieron digna sepultura a María Eugenia..
La información suministrada por su familia facilitó su plena identificación. Precisamente, la investigación científica realizada por Medicina Legal y la coincidencia genética con el ADN de su hijo, hoy un adolescente de 17 años, condujo a la identificación de la joven, hallada en la bóveda 213 del cementerio San Agustín de Samaná, en donde reposó por años como NN.
Las investigaciones indican que, al parecer, María Eugenia fue ejecutada extrajudicialmente el 1 de enero de 2008. En el proceso de búsqueda, Mabel Marín acudió, al menos, a seis instituciones del Estado para que le ayudaran a recuperar el cuerpo de su hija. Su persistencia y resiliencia es un ejemplo para todas las buscadoras de este país.
Luego de las labores realizadas por el Grupo de Apoyo Técnico Forense (Gatef) de la Unidad de Investigación y Acusación (UIA), se protegieron por parte de la JEP diversos lugares ubicados en los cementerios: Central de Nuestra Señora del Carmen de Norcasia, San Agustín y San Diego en Samaná; San Maximiliano María Kolbe y Pradera en Victoria y cementerio Central de la Dorada.
Posteriormente, en una acción conjunta del Sistema Integral de Verdad Justicia, Reparación y Garantías de no Repetición (Sivjrn), la Ubpd recuperó en este trámite un total de 263 cuerpos de posibles víctimas del conflicto, de los cuales 96 no identificados fueron exhumados en los aludidos cementerios y actualmente se encuentran en proceso de identificación. Hasta el momento se han entregado siete cuerpos de víctimas de Samaná.
Cabe destacar que la JEP, atendiendo a solicitud del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), adoptó esta medida cautelar para proteger los lugares identificados como estratégicos para la inhumación de víctimas del conflicto armado.