
En un paso trascendental hacia el fortalecimiento de sus relaciones bilaterales, los gobiernos de Colombia y la República Popular China firmaron un memorando de entendimiento sobre cooperación en el marco de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta, también conocida como la Nueva Ruta de la Seda.
Con el ingreso de Colombia a la Ruta de la Seda, se busca articular con China acciones conjuntas en áreas clave como la economía, la ciencia, la tecnología, el medio ambiente, la cultura, y la reindustrialización de sectores estratégicos colombianos.
El acuerdo, firmado por la canciller Laura Sarabia y el presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China, Zheng Shanjie, establece una hoja de ruta para impulsar la reindustrialización colombiana, fomentar la transferencia de tecnología, y promover la cooperación en infraestructura, ciencia, innovación y transición energética.
“El documento representa un plan de cooperación ambicioso para generar sinergias entre ambas economías, basándose en principios de beneficio mutuo, complementariedad y respeto a la soberanía nacional. La firma tuvo lugar tras meses de diálogo técnico y diplomático, en los que se alinearon las prioridades del Plan Nacional de Desarrollo de Colombia con los objetivos globales de la Iniciativa de la Franja y la Ruta propuesta por China”, sostiene la canciller colombiana.
La alianza tiene como eje rector la transformación productiva de Colombia: una transición desde un modelo extractivo hacia uno basado en el conocimiento, la sostenibilidad y la diversificación de la economía. En ese sentido, se plantea como plataforma para dinamizar los sectores de agroindustria, salud, energía y movilidad eléctrica.
Igualmente, se destaca que este memorando busca articular acciones conjuntas en áreas clave como la economía, la ciencia, la tecnología, el medio ambiente, la cultura, y la reindustrialización de sectores estratégicos colombianos.
Además, con el ingreso a la Ruta de la Seda, según el presidente Gustavo Petro, se espera en el corto plazo reducir el déficit comercial de 14 mil millones de dólares que tiene Colombia con China, que representa prácticamente todo el déficit comercial de Colombia.
Por esto, el jefe de Estado colombiano manifestó que, “si eso se logra, eso implica más exportaciones a China, flujos de capital productivo de China hacia Colombia. Total, si llegamos a esos 10 mil millones de dólares anuales, Colombia sería muy próspera, porque su déficit fiscal prácticamente se volvería cero y su capacidad de pagar la deuda aumentaría por dos”.
El mandatario se refirió a los productos con los que se abriría mercado en China desde el Litoral Pacífico, para sustituir su economía, como el camarón, el atún, la madera, el coco y otros provenientes de diferentes zonas del país como cacao y café, que ya tiene fama en las ciudades del gigante asiático.
“Eso podría ayudarnos a transformar completamente el Litoral Pacífico olvidado por dos siglos en Colombia y potenciar sus puertos. Ya usted oyó que ya hay una ruta comercial, nosotros no estamos haciendo acuerdos militares, las relaciones de Colombia se fundan en la paz por orden constitucional y hay una primera ruta comercial Shanghái–Puerto Buenaventura. Ojalá eso se llene de barcos”, dijo.
Fibra óptica, clave para el desarrollo de la Ruta
El mandatario aseguró que “lo que más me interesa, es lo que va por debajo del mar: la fibra óptica. Y si (el presidente) Xi Jinping estuvo de acuerdo. Que se pueda juntar China con Colombia nos permite desarrollar la mecánica y la matemática cuántica, eso se llama inteligencia artificial, que, si logro pasarla al otro lado con Europa y África, como presidente de la CELAC, nos coloca en el nodo central de la inteligencia artificial y en las tecnologías del siglo XXI”.
Insistió en que espera que “Colombia pueda ser el centro de los recorridos de la fibra óptica submarina del mundo. China–Colombia, Colombia–Europa y África. Colombia ya está ligada con Norteamérica. Entonces, esto nos permitiría algo que yo he vuelto frase, pero que tiene que ser realidad: Colombia, el corazón del mundo”.
La Ruta de la Seda
Entre los objetivos acordados se destacan:
- Fortalecer los vínculos económicos y políticos entre ambos países.
- Promover inversiones chinas en Colombia que incluyan transferencia tecnológica y generación de empleo calificado.
- Diversificar e incrementar las exportaciones colombianas y productos agropecuarios que cumplan con requisitos sanitarios.
- Desarrollar infraestructura física y digital con proyectos conjuntos en carreteras, ferrocarriles, puertos y conectividad digital, priorizando tecnologías limpias y sostenibles.
- Impulsar alianzas de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), con cooperación académica y científica.
- Promover la cooperación cultural, educativa y deportiva.
Uno de los aspectos más novedosos del acuerdo es su apuesta por la descarbonización de la economía. Colombia y China se comprometen a desarrollar conjuntamente tecnologías limpias y prácticas sostenibles en sectores como la construcción, transporte, agricultura y turismo. Esto incluye mecanismos de colaboración público-privada, intercambio académico y el desarrollo de capacidades locales.
Un modelo de cooperación horizontal Sur-Sur
En línea con los principios de la cooperación Sur-Sur, los dos países han acordado mantener relaciones horizontales, sin condiciones políticas ni imposiciones económicas, basadas en la solidaridad, la igualdad y el respeto mutuo.
Ambas partes aceptaron que el desarrollo de este plan se ajustará a las capacidades administrativas y presupuestarias de cada país. Además, se establece que cualquier iniciativa derivada del acuerdo deberá cumplir con las leyes nacionales respectivas y no contravenir ninguna disposición internacional o contractual existente.
Educación, cultura y juventud: un componente clave
El memorando también prioriza los contactos entre personas, promoviendo el intercambio entre estudiantes, profesionales, investigadores, artistas, medios de comunicación y gobiernos locales. Se impulsará el acercamiento cultural entre ciudades, el fomento de becas, la cooperación universitaria y proyectos culturales conjuntos. Estos vínculos interpersonales son considerados esenciales para la construcción de una alianza duradera y de mutuo entendimiento.
“El memorando entre Colombia y China no es solo un acuerdo diplomático, es un pacto para pensar el futuro, desarrollar capacidades compartidas y estrechar los lazos de una nueva geopolítica de cooperación. Con él, Colombia se inserta de manera más activa en los corredores estratégicos del comercio global, mientras avanza hacia una economía más productiva, diversificada y sostenible”, enfatizó la titular de la cartera de Relaciones Exteriores.