
Durante su intervención en el Cuarto Período de Sesiones del Foro Permanente sobre los Afrodescendientes, en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, la vicepresidenta de la República, Francia Elena Márquez Mina, reiteró el llamado a la comunidad internacional a actuar con decisión frente al racismo estructural, la exclusión histórica y la invisibilización de los pueblos afrodescendientes en el sistema global.
Este año, el tema de la Sesión fue “África y los afrodescendientes: unidos por la justicia reparadora en la era de la IA”, una oportunidad para reflexionar sobre la creación y promoción de una agenda conjunta interseccional y basada en los derechos humanos contra el racismo sistémico, por la justicia reparadora y la justicia digital.
Ante delegaciones oficiales, representantes de organismos multilaterales y sociedad civil de diversas regiones del mundo, la vicepresidenta destacó los avances liderados por el país para la justicia racial.
“Colombia es uno de los países más desiguales e inequitativos de América Latina. Por eso, creamos el Ministerio de Igualdad y Equidad, para garantizar los derechos de las poblaciones históricamente excluidas y marginadas”, dijo.
En este sentido, se refirió al histórico avance en la reglamentación de la Ley 70 de 1993, destacando que “después de 31 años, reglamentamos los capítulos sobre recursos naturales y mineros. Además, expedimos el decreto 0129 de 2024 sobre ampliación y saneamiento de los territorios colectivos de comunidades negras”.
Asimismo, resaltó la creación de la Comisión Intersectorial Nacional de Reparación Histórica, que avanza en la formulación de un programa que aborde los daños y las consecuencias causadas por el colonialismo, la esclavización y el racismo sistemático. Complementó que “adicionalmente, estamos construyendo la política pública para la erradicación del racismo y la discriminación racial”.
En su intervención ante el Foro, Márquez Mina recordó también un importante logro internacional impulsado junto con Brasil: la adopción por parte de Naciones Unidas de la resolución que proclama el 25 de julio como Día Internacional de las Mujeres y Niñas Afrodescendientes e indicó que “esta es una victoria colectiva que nace de las luchas históricas de nuestras hermanas afrolatinas y caribeñas”.
Sin embargo, la alta mandataria denunció que aún persisten formas estructurales de racismo, incluso dentro del sistema multilateral.
“En la COP16 aprendí que el reconocimiento de pueblos afrodescendientes no era un lenguaje acordado. Esto es evidencia del racismo en el Sistema General de Naciones Unidas. Porque no somos un lenguaje a acordar: existimos como pueblos”, enfatizó.
Además, hizo una reflexión crítica sobre los nuevos escenarios en los que el racismo se manifiesta.
“Hoy el racismo también se reinventa a través de la Inteligencia Artificial (IA) y las plataformas digitales. Yo misma recibí más de 12.000 insultos racistas en redes sociales durante mi primer año como vicepresidenta. Estas violencias no solo impactan de manera individual, afectan a nuestras juventudes, a nuestras familias, a nuestras comunidades enteras”, sostuvo la vicepresidenta colombiana.
Igualmente, advirtió que la Inteligencia Artificial (IA) no es neutral ni objetiva, y que puede exacerbar el perfilamiento racial y los prejuicios sistémicos contra los jóvenes afrodescendientes, como ocurre en la narrativa digital sobre países como Haití.
Por eso, frente a los desafíos globales, la vicepresidenta Francia Elena Márquez Mina presentó cinco propuestas concretas ante el Foro Permanente sobre los Afrodescendientes:
- Crear un Foro Global sobre Inteligencia Artificial (IA) y nuevas tecnologías, que aborde el racismo y la discriminación racial, con regulaciones claras y protección para las personas usuarias.
- Impulsar una resolución en el sistema de Naciones Unidas que reconozca plenamente a los pueblos afrodescendientes y sus derechos.
- Implementar un plan de reparaciones históricas en el marco del Segundo Decenio Internacional Afrodescendiente.
- Crear un fondo global de reparaciones históricas para enfrentar los efectos del colonialismo, la esclavitud y el racismo.
- Diseñar un plan de acción internacional que promueva el liderazgo de mujeres y niñas afrodescendientes, a partir de la reciente declaratoria del 25 de julio.
Finalmente, Márquez Mina instó a los gobiernos y pueblos de América Latina, el Caribe, África y el mundo “a poner decididamente en el centro de nuestras decisiones la restauración de la dignidad humana. Especialmente para quienes han resistido por siglos los embates del racismo sistémico. Seguimos trabajando con el corazón bien puesto, hasta que la dignidad se haga costumbre”.