La Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral, ACEMI, sostiene que la aprobación de la Reforma a la Salud, en su segundo debate en Plenaria de Cámara, sucede en un momento de crisis generalizada del sector, sin que se resuelvan los problemas de atención y desfinanciamiento.
Al respecto, la agremiación que agrupa a las EPS más importantes del país y que no han sido intervenidas por el Gobierno, estima que el sistema no aguanta tres meses sin decisiones de fondo. Todavía falta la discusión de Comisión Séptima de Senado y la aprobación final de la plenaria, que tomará al menos tres meses más de discusión.
De igual manera, aún si fuera aprobada en junio, según ACEMI, la misma reforma establece un tiempo de transición de varios meses para poder implementar todos los mecanismos que se proponen.
En tal sentido, asegura que claramente no existe un consenso, especialmente de asociaciones de pacientes y usuarios, sobre la pertinencia y sentido de la reforma, y sobre todo, persiste el inmenso problema de financiamiento del sistema.
“Este es un paciente en cuidados incentivos, un sistema que está siendo controlado mayoritariamente por las intervenciones del Gobierno, y que muestra muchos síntomas de gravedad. El foco fundamental de la discusión hoy no es la reforma, los pacientes críticos no están recibiendo sus tratamientos, muchas clínicas y hospitales anuncian el cierre de servicios, las quejas se han incrementado sustancialmente. A este paciente hay que atenderlo con acciones urgentes”, afirmó Ana María Vesga, Presidente de ACEMI.
Así mismo la agremiación de las EPS estima que la reforma plantea escenarios muy complejos de conseguir en el mediano plazo: no existe claridad sobre si la ADRES, desnaturalizada en su misión, tiene las capacidades para asumir funciones de pagador, auditor, contratante, evaluador y financiador del sistema.
Igualmente, de acuerdo con ACEMI, no son claros los roles y responsabilidades de los agentes, tampoco quién responde por el paciente, quién lo agencia y quién coordina su atención en los diferentes niveles. Esto, además de la falta de un responsable financiero, del giro de servicios sin auditorias y del riesgo enorme de un desborde presupuestal del gasto en salud.
Además, para ACEMI la aprobación se dio en un escenario de discusión política en la que el Gobierno quiso imponer sus mayorías, y se desplazó un debate a fondo sobre los asuntos más relevantes de la salud en Colombia, lo que podría llevar al sistema a dar un salto al vacío luego de 30 años de resultados comprobados.
“La discusión se seguirá dando en el Senado, pero en el entretanto es urgente que el sistema se financie adecuadamente como lo ha ordenado la Corte y que se tomen decisiones con la participación de todos los actores del sistema para detener la crisis que se enfrenta en la actualidad y que los colombianos manifiestan de muchas maneras”, enfatiza ACEMI.
Finalmente, puntualiza que “para el gremio es y seguirá siendo esencial defender el rol de las EPS frente a sus pacientes y usuarios y la necesaria e irremplazable gestión que realizamos en la gestión en salud y operativa del sistema”.