La crisis desatada por la llegada de Armando Benedetti al Gobierno, que se hizo evidente durante el consejo de ministros, transmitido la semana pasada en directo, sigue ahondándose con la renuncia irrevocable de los ministros del Interior, Juan Fernando Cristo; de Trabajo, Gloria Inés Ramírez; y de Ambiente, Susana Muhamad.
De igual manera, este mismo lunes se conoció que la canciller, Laura Sarabia; la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago; y la directora de la Unidad para las Víctimas, Lilia Solano, también radicaron ante el Dapre su carta de renuncia, pero de manera protocolaria. Igualmente, lo hicieron el ministro de Educación, Daniel Rojas; la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino; y el ministro de Minas, Andrés Camacho.
Vale mencionar que estas renuncias se suman a la ya conocidas del ministro de Cultura, Juan David Correa; del director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Dapre; Jorge Rojas; y del director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD, Carlos Carrillo, quien lo hizo protocolariamente.
Así mismo, cabe recordar que ayer domingo 09 de febrero, el presidente Petro en su cuanta personal de x había anunciado que “he solicitado renuncia protocolaria a ministras, ministros y directores de departamentos administrativos”.
En su mensaje, jefe de Estado agregó que “habrá algunos cambios en el gabinete para lograr mayor cumplimiento en el programa ordenado por el pueblo. En Gobierno se concentrará completamente en el cumplimiento del programa”.
En el caso de la ministra Muhamad, quien en el consejo de ministros reiteró su negativa de sentarse en la misma mesa con Benedetti, fiel a sus principios en defensa de los derechos de las mujeres, en su carta asegura que “durante estos años de construcción del progresismo en Colombia, bajo su liderazgo aprendimos el valor de la autonomía en la decisión política, la valentía que requiere la verdad, el ejercicio de la política por convicción y guiada en principios, la audacia de atreverse a materializar transformaciones y utopías radicales a pesar del sacrificio que esto pueda conllevar”.
Igualmente, Muhamad agregó que “es bajo estas premisas, que, por las razones ya expresadas en el consejo de ministros del del 4 de febrero, se hace incompatible mantenerme en el cargo. Sin embargo, dejo una ruta de transformaciones ambientales en marcha que pueden convertirse en legado de su gobierno”.
Por su parte, la ministra de Trabajo, además de hacer un corto recuento de los logros y desafíos que implican estar al frente de esta cartera, se refirió a las reformas que bajo su liderazgo se tramitaron y se tramitan en el Congreso de la República: la pensional y la laboral.
Así mismo, Ramírez Ríos enfatiza que “la política debe transitar sin sectarismos y sin ambigüedades, por esto hoy me aparto del cargo de ministra del Trabajo para allanar nuevos caminos que en el campo de lo popular pueda servir de apoyo a la consolidación de un proyecto político de unidad, donde las diferencias nos permitan crecer en democracia, sin olvidar nuestra esencia y salvaguardando la esperanza de millones de colombianos y colombianas”.
Entre tanto, Cristo en su misiva señala, entre otros, que “a pesar de las dificultades y la radicalización de la controversia política, considero fundamental insistir en la construcción de un acuerdo nacional que en las actuales circunstancias debería centrarse en las relaciones bilaterales con Estado Unidos, la celebración de elecciones libres, transparentes y seguras en el 2026”.
Además, el político nortesantandereano reitera que “señor Presiente: el tiempo que queda de su mandato será definitivo para concretar muchos de los propósitos del Gobierno. Para hacerlo en el año y medio que resta de su periodo es esencial priorizar y focalizar los compromisos del programa de Gobierno y el Plan Nacional de Desarrollo”.