En un esfuerzo conjunto por aliviar la creciente crisis humanitaria que afecta a la región del Catatumbo, el Gobierno Nacional, en colaboración con organizaciones internacionales, lanza un urgente llamado para la creación de un ‘Corredor Humanitario’.
Al respecto, se resalta que esta medida busca facilitar el acceso a las zonas de conflicto, permitiendo que la ayuda humanitaria llegue a quienes más lo necesitan y que se realice la identificación de los cuerpos de aquellos que han perdido la vida en medio de la violencia.
En tal sentido, se informó que, en una reunión celebrada en las instalaciones de la Unidad para las Víctimas, representantes de diversos organismos del Estado y países cooperantes se comprometieron a unir fuerzas para contrarrestar esta emergencia. Lilia Solano Ramírez, directora general de la Unidad para las Víctimas, subrayó la crítica situación que enfrenta esta comunidad.
“El Gobierno Nacional, a través de la Unidad para las Víctimas, hace un llamado al establecimiento inmediato de un ‘Corredor Humanitario’ que responda a esta crisis de manera efectiva”, afirmó Solano.
Según la Defensoría del Pueblo, las cifras son alarmantes: se reportan alrededor de 35 mil personas desplazadas y más de 80 fallecidos debido al conflicto. Además, la identificación de víctimas se ha visto retrasada por la actual situación.
Ante esta situación, en respuesta, el Gobierno ha intensificado esfuerzos para brindar asistencia inmediata, estableciendo alianzas con la Gobernación de Norte de Santander y las alcaldías locales. Estas entidades han comenzado a proporcionar apoyo vital que incluye alimentos, productos de higiene y servicios médicos.
“Estamos comprometidos con la protección de los más vulnerables y hemos sido los primeros en reaccionar a esta crisis, en colaboración con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). La Unidad para las Víctimas ha enviado toneladas de ayuda humanitaria diariamente, brindando alivio a quienes enfrentan condiciones extremas. Además, estamos reforzando nuestros equipos territoriales en Ocaña y otras localidades, y continuaremos fortaleciendo el Puesto de Mando Unificado que opera en Cúcuta”, sostiene Solano.
Así mismo, se anunció que las ayudas humanitarias, recibidas de cooperantes y organismos internacionales, se destinarán a reubicar a las familias en casas de arrendamiento, garantizando condiciones dignas para vivir durante esta dura etapa de sus vidas.
“El Gobierno Nacional reitera su compromiso de atender de manera inmediata y efectiva la crisis humanitaria en el Catatumbo, trabajando incansablemente junto a sus socios para asegurar que cada persona afectada reciba el apoyo que necesita”, enfatizó la directora de la Unidad para las Víctimas, Lilia Solano.
Atención en salud y nutrición a familias desplazadas
Entre tanto, ante la difícil situación de desplazamiento que se presenta en esta región del Norte de Santander, el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Salud y Protección Social, tomó acciones para garantizar atención médica y proteger a las comunidades afectadas.
Al respecto, se indicó que la intervención de la cartera de Salud incluye la entrega de botiquines con medicamentos vitales para adultos y niños, el monitoreo constante de hospitales para asegurar atención médica y el apoyo en salud mental y psicosocial en albergues temporales.
De acuerdo con la cartera de Salud, también se fortalecerá la habilitación de servicios especializados en hospitales locales y la coordinación con EPS para garantizar el suministro de medicamentos a pacientes crónicos.
Acciones del ICBF
Por su parte, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, envió más de 25 toneladas de alimentos de alto valor nutricional a los municipios en Norte de Santander en donde están llegando niñas, niños, adolescentes, mujeres gestantes, madres en periodo de lactancia y familias desplazadas en general.
De acuerdo con el reporte del ICBF, se entregaron 16 toneladas en bolsas de 900 gramos, y 9,5 toneladas de Bienestarina líquida, en presentación de 200 mililitros.
Adicionalmente, 72 profesionales fueron enviados a la región por la entidad, entre psicólogos, nutricionistas, trabajadores sociales y antropólogos, integrantes de las 15 unidades móviles asignadas por Bienestar Familiar.
Este personal hace presencia en Ocaña, Tibú y Cúcuta para hacer seguimiento y acompañar a la población.
Las unidades móviles tienen como misión orientar y canalizar a las familias para el censo, brindar primeros auxilios psicosociales y apoyar la entrega de ayudas humanitarias, entre otras actividades.
“Nuestra misión es la de proteger y acompañar a estas niñas y niños que resultan afectados por un enfrentamiento en el que nada tienen que ver. Los negocios armados, las luchas criminales no pueden seguir truncando los sueños del futuro de nuestro país; necesitamos todos unirnos para que esta sea la generación de la paz”, indicó la directora general del ICBF, Astrid Cáceres, quien lidera el trabajo de la entidad en el territorio.