Después de una larga espera de más de 40 años, el Gobierno da respuesta a las comunidades aledañas a las ciénagas Corralito, en Cereté, y Charco Ají, en Ciénaga de Oro, recuperando 1.300 hectáreas que beneficiarán a 300 campesinos pesqueros, con quienes se estableció la reglamentación para el uso de estos recursos hídricos y sus playones para cultivos de pancoger y pesca artesanal.
Al respecto, se trata de playones comunales compuestos por más de mil hectáreas repartidas entre ambas ciénagas, los cuales podrán ser aprovechados por quienes hicieron parte del proceso adelantado por la Agencia Nacional de Tierras, ANT, en el que hubo un espacio para que los potenciales beneficiarios del reglamento se inscribieran acorde con los artículos 27 y 28 del Acuerdo 058 de 2018.
De conformidad con las resoluciones expedidas por la ANT, que contemplan la reglamentación de dichos bienes baldíos inadjudicables, los usos permitidos deben llevarse a cabo de forma sostenible e implementando buenas prácticas agrícolas.
Durante el acto de entrega, el director de la Agencia Nacional de Tierras, Felipe Harman, aseguró que “hoy se pone fin a más de 40 años de pelearse la posibilidad de trabajar en estas aguas, de donde sale la producción alimentaria. El agua es vida y es de los campesinos, que durante años las han usado para vivir mejor”
De esta manera, por parte de la entidad, se reconoce que en Colombia existe una ruralidad anfibia y, en consecuencia, se entrega el reglamento de uso de ciénagas como bienes de uso público para los agropescadores de las ciénagas de Charco Ají y Corralito.