En el marco de la Primera Conferencia Ministerial Mundial para poner fin a la violencia contra la niñez, la UNESCO y el Ministerio de Educación Nacional de Colombia convocan en Bogotá, del 5 al 7 de noviembre de 2024, a líderes, organizaciones y expertos de la región en la Reunión Regional de Alto Nivel para la Prevención y el Abordaje de las Violencias en el Sector de la Educación.
Al respecto, se destaca que América Latina y el Caribe no escapa, como otras regiones del mundo, a las violencias y sigue enfrentándose a los enormes efectos de esta realidad sobre el derecho a la educación de millones de niños, niñas y jóvenes.
En tal sentido, se resalta que, aunque se han implementado diversas estrategias para mitigar la violencia, los gobiernos de la región posicionan a la prevención y el abordaje de las violencias dentro de las prioridades de las agendas educativas de América Latina y el Caribe, debido la fragmentación de políticas y nuevos desafíos, como son los efectos del cambio climático, el reclutamiento forzado de estudiantes y la regulación de los espacios educativos digitales.
De igual manera, a pesar de una reducción en la violencia política, la región sigue profundamente afectada por la violencia criminal, vulnerando los derechos fundamentales de niños, niñas y jóvenes, quienes a menudo son forzados al reclutamiento o viven en áreas controladas por organizaciones criminales.
Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la tasa de homicidios en la región es cinco veces mayor que en América del Norte y diez veces más alta que en Asia. Se calcula que más de un tercio de los homicidios a nivel mundial ocurren en esta región, a pesar de que representa solo el 9% de la población mundial.
Igualmente, Naciones Unidas ha advertido que la violencia contra niñas, niños y adolescentes sigue siendo un problema prioritario. En los países de la región analizados por la ONU, dos de cada cinco estudiantes de sexto grado reportaron haber sido víctimas de acoso, y al menos uno de cada ocho sufrió agresiones físicas.
“La violencia en el ámbito educativo es una problemática que afecta profundamente la vida de las y los estudiantes de la región. Debemos actuar de manera urgente y coordinada para transformar las escuelas en lugares seguros y protectores para todas las personas del sector educativo”, señaló Esther Kuisch Laroche, directora de la Oficina Regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe.
Además, sostiene que “esta reunión regional representa una oportunidad invaluable para que los países de América Latina y el Caribe desarrollen respuestas colaborativas y fundamentadas en evidencia, aprovechando la experiencia acumulada en nuestra región. No solo estamos protegiendo el derecho a la educación, sino también sembrando las bases para una sociedad más justa, pacífica e inclusiva”.
Entre tanto, el ministro de Educación Nacional de Colombia, Daniel Rojas Medellín, asegura que “nuestro compromiso es luchar por la integridad de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes, que ellos encuentren en sus escuelas y sus comunidades espacios seguros y protectores donde puedan disfrutar de una formación integral, con más arte, cultura, deporte, ciencia, tecnología e innovación y menos violencia o lograr cero violencias”.
Igualmente, el funcionario afirma que “desde la Revolución del Cambio le apostamos a una educación que piensa en el territorio, en las regiones apartadas y marginadas para hacer de Colombia una potencia de vida y trabajar por la historia de las nuevas generaciones, las presentes y las venideras. Destacamos este encuentro con países de la región para buscar estrategias que nos permitan abordar las distintas violencias que afectan a las escuelas y sus entornos”.
Por otra parte, Jorge Baxter, decano de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes, indica que “la violencia limita gravemente nuestra capacidad de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos. Se manifiesta de múltiples formas en la educación (acoso, ciberacoso, violencia de género y sexual, psicológica y simbólica), tiene graves efectos en el bienestar y el aprendizaje y, en última instancia, afecta a toda la comunidad escolar (estudiantes, profesores, administradores y otros)”.
Así mismo, reitera que “para abordar la compleja naturaleza de la violencia en la educación necesitamos trabajar en múltiples dimensiones, desde los marcos legales y políticos, el currículo, la formación del profesorado, los entornos del aula y de la escuela, las relaciones entre la comunidad y la escuela, el empoderamiento y la participación de los estudiantes, así como fomentar una colaboración más amplia entre diferentes instancias del Estado, la los agentes educativos, la sociedad civil y la academia”.
Tres días de actividades
La primera jornada, el 5 de noviembre, estará dedicada a dialogar e intercambiar prácticas y experiencias sobre el rol de la educación en la prevención y abordaje de las violencias dentro de la escuela, en su entorno, en las comunidades y en el ámbito digital, con el fin de inspirar la creación de soluciones y enfoques innovadores.
El segundo día, 6 de noviembre, tendrá dos momentos: por un lado, la UNESCO, con el apoyo del Centro de Asia y el Pacífico de Educación para el Entendimiento Internacional (APCEIU, por sus siglas al inglés), organizará un encuentro de alto nivel para que los ministros y ministras de Educación y sus delegaciones debatan estrategias para enfrentar la violencia en los entornos escolares.
En este segmento, se espera que los líderes de la región formulen un plan de acción que fortalezca la cooperación y el intercambio técnico entre países, y consoliden compromisos para abordar de manera efectiva la violencia en la educación.
El segundo momento de este día será liderado por el Ministerio de Educación de Colombia y consistirá en visitas a escuelas y proyectos innovadores, con la intención de inspirar a técnicos y socios clave que integran la Red Regional de Educación para la Ciudadanía Mundial de la UNESCO en el diseño e implementación de iniciativas innovadoras para prevenir y abordar la violencia.
En la tercera y última jornada, el 7 de noviembre, los miembros de la Red Regional de Educación para la Ciudadanía Mundial facilitarán un espacio de intercambio con representantes técnicos de los ministerios de Educación de la región para compartir recursos y capacidades que fortalezcan las estrategias definidas en los días anteriores. Esta colaboración brindará apoyo y acompañamiento técnico para consolidar las iniciativas propuestas y asegurar su implementación efectiva a corto, mediano y largo plazo.
Finalmente, se destaca que las conclusiones y la propuesta de plan de acción de este evento internacional servirán para visibilizar las experiencias, voces y posiciones del sector educativo en la Primera Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra la Niñez, reforzando el compromiso de los Estados Miembros de la UNESCO con una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y allanando el camino hacia sociedades pacíficas, seguras y democráticas.