En el municipio huilense de Villavieja se rinde el más artesanal de los homenajes al totumo, árbol pequeño, de unos cinco metros de altura, de ramas secas y gruesas, formando una copa amplia y abierta. Don Gabriel Rodríguez Charry, maestro de construcción, bombero y artesano, es el mentor y director del Museo Artesanal “Casa del Totumo”.
“La idea nació en el tiempo libre, cuando me metí hacer artesanías. En el 2000 logré ir a Bogotá, a Artesanías de Colombia, y allá nace la idea del museo. Vi mucho potencial con vasijas de barro, con vasijas hechas en madera. Comencé a hacer el museo en el año 2009 y lo termine en el 2016, cuando abre sus puertas al público”, cuenta este hombre, padres de tres mujeres.
Cada una de las piezas exhibidas en el Museo son su creación, dispuestas en “16 secciones, todo con la materia prima del totumo. Tenemos la primera sección de ventas, hay van a encontrar todos los utensilios en totumo como collares, aretes, anillos, correas, diferentes clase de artesanías. En este momento tengo la sala, el comedor, la cocina, instrumentos musicales, animales, artesanía exótica, cuadros. Con la totuma hacemos desde un anillo hasta un instrumento musical y ya son 377 artesanías exhibidas”, cuenta.
Del totumo, don Gabriel no sólo aprovecha la madera para hacer sus artesanías. También elabora otros productos con los que conquista a los visitantes. “Trabajo la pulpa, con la pulpa hago vino de totumo, dulce, tinto, jarabe, chicha, guarapo. Con la hoja me hago el sahumerio y también hago gel para el pelo”.
Sobre el vino en particular, don Gabriel explica que “es un vino artesanal, que sirve para la gripa, para la tos, para el asma, para infecciones pulmonares, está preparado con sábila, propóleo, miel de abejas y cola granulada. La totuma es tan bonita que se deja moldear, voy sacando botellas de totumo para vender el producto del vino en botellas del totumo, vendo el vino y la botella de totumo de una vez”
El mundo de don Gabriel es el totumo desde que se levanta hasta bien entrada la tarde. “Yo comienzo a trabajar desde las 7 am hasta las 6 pm, siempre viene visitante, lo que son grupos de 20 a 30 personas y visitantes de otros lados. Trabajo con mi hermana, doy la charla, me gusta dar yo mismo la charla porque yo soy prácticamente versado en lo que digo del totumo, ya me siento capacitado con la materia prima del totumo”.
Don Gabriel ha puesto todo su empreño en el Museo, lo levantó con sus propios recursos. Hoy cobra tres mil pesos la entrada, recursos que de alguna manera, contribuyen al sostenimiento. Y asegura que “es un museo tan especial, porque todo lo que está dentro lo he hecho yo con mis recursos, inclusive la casa donde está la hice yo. En estos momentos la casa para el museo me quedo pequeña, estoy con el proyecto de hacerme la casa más grande, pero una casa en Guaduas, artesanal, con paredes en barro, piso en barro. Ya hice lo más difícil, que fue comprarme el lote”.
La materia prima ya la tiene asegura, pues “en este momento yo tengo un cultivo pequeño de 200 árboles, tengo aproximadamente unas 40 especies diferentes de totumo, tengo totumo largo, mediana, redonda, ovalada, mini totumos, largos y pequeños, no se me dificulta la materia prima del totumo pues Villavieja es muy rica en totumo”.
Ahora don Gabriel también dedica parte de su tiempo a ensañar el arte del totumo. Cultiva en las nuevas generaciones el amor por este producto gracias a que “en este momento estoy trabajando con la Secretaria de Salud departamental y tenemos un programa que se llama “no te madures biche, jóvenes para la vida”, en el cual ocupamos el tiempo libre a los chicos con problemas de alcoholismo y drogadicción, las niñas que salen embarazadas a muy temprana edad.
Ocupamos el tiempo haciendo artesanías en totumo, el programa tiene su psicólogo, nos acercamos a los muchachos y los traemos. El museo artesanal del totumo tiene un taller pequeño y trabajamos con amor y con mucho agrado. Soy el totumero mayor”.