La Agencia Nacional de Tierras, ANT, llegó hasta el corregimiento El Aro, en Ituango, en el norte antioqueño, azotado por los paramilitares a finales de la década de 1990. Por primera vez, familias víctimas del conflicto armado reciben los títulos de sus predios, donde se dedican a la siembra de alimentos.
“La historia de guerra y dolor que vivieron decenas de familias del corregimiento El Aro, de Ituango, parece quedar poco a poco en el pasado. Aunque la memoria no se borra, hoy los sobrevivientes escriben una nueva historia gracias a la titulación de sus predios”, indicó la ANT.
Al respecto, se destacó que, hasta este pequeño poblado llegó la entidad para beneficiar a 35 familias, víctimas del conflicto armado, quienes recibieron los títulos de sus predios por 809 hectáreas, donde se dedican a la siembra de maíz, arroz, plátano y fríjol, así como a la ganadería en pequeña escala.
En esta oportunidad, los campesinos, entre ellos, Tulio Mejía, líder comunitario de El Aro y beneficiario de la ANT, calificó “el hecho como histórico, dado que por primera vez un gobierno llega hasta El Aro a entregar títulos de predios”.
De igual manera, la entidad considera que estos títulos son una forma de reparación porque la mayoría de los que habitan aquí no cuentan con escrituras o títulos de los predios y así es mucho más difícil que lleguen los proyectos al territorio.
Vale resaltar que las familias que recibieron el título padecieron los horrores de la guerra y, en especial, de la masacre perpetuada por paramilitares en este caserío el 22 de octubre de 1997, que dejó 15 a campesinos asesinados, 42 casas incendiadas y más de 1.400 personas desplazadas.
“Ya han pasado 27 años de la masacre de El Aro y esta es una comunidad que ha resistido todos estos años los embates de la guerra. Esta es una linda oportunidad de resarcir tanto dolor porque venimos a entregar los títulos de tierra, por la cual los despojaron. Hoy este gobierno los hace dueños”, destacó Felipe Harman, director de la ANT.
Así mismo, el funcionario enfatizó que “el título de sus predios les otorga a los campesinos seguridad jurídica y les permitirá acceder a otros beneficios de la Reforma Agraria impulsada por el Gobierno, como créditos y apoyo en proyectos productivos.