En el Salón de la Constitución, recinto de la Plenaria del Senado de la República, Asocolflores recibió el “Reconocimiento Empresarial por la Conservación, Restauración y Protección de Ecosistemas de Páramos y Protección del Agua”.
En esta oportunidad, durante la ceremonia de entrega, Daniela España, directora de Sostenibilidad de Asocolflores, hizo un llamado para que “desde las alianzas estratégicas, los sectores público, privado y académico unan esfuerzos y recursos con la finalidad de impulsar la investigación científica, compartir las buenas prácticas y promover la agricultura sostenible”.
Por su parte, Augusto Solano, presidente de Asocolflores, aseguró que “este reconocimiento nos exige esforzarnos aún más por abrazar, conservar y defender la amplia variedad de los ecosistemas y de todas sus formas de vida. A su vez, honra a los 200 mil colaboradores formales del sector, directos e indirectos, que día a día trabajan, con pasión y entusiasmo, para hacer que las Flores de Colombia lleguen a más de 100 países alrededor del mundo”.
Entre tanto, el Congreso agradeció a los floricultores su esfuerzo y trabajo por la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas como parte integral de su estrategia de sostenibilidad y exaltó los resultados obtenidos por sus acciones frente a la conservación del agua, la restauración de especies nativas, la disminución del uso de pesticidas, la gestión y manejo de residuos, y la protección de la avifauna en las fincas, entre otros logros.
Al respecto, se destacó el compromiso de Asocolflores y los floricultores con el uso eficiente del agua, fundamental para la biodiversidad y significativo para la conservación de la flora y fauna de las áreas de influencia de la floricultura.
Hoy, el 60% del agua utilizada en los cultivos proviene de reservorios creados específicamente para sus actividades, el 95% de las empresas utiliza sistemas de riego eficiente tipo goteo, y más del 90% cuenta con programas de uso racional y ahorro de este líquido.
Además, los afiliados vienen implementando sistemas avanzados para tratar las aguas residuales y aprovecharlas en los procesos productivos, alcanzando así lo que se denomina un círculo cerrado.
De igual manera, este reconocimiento también resalta la iniciativa “Bancos de Propagación” de Asocolflores, que permite a las empresas floricultoras facilitar recursos físicos y técnicos para llevar a cabo la multiplicación de especies nativas, tanto de árboles como de arbustos.
Ya son 12 los “Bancos de Propagación” en los cultivos de Cundinamarca, contribuyendo así a la conservación de sus ecosistemas en áreas degradadas, y la promoción de prácticas sostenibles en el paisaje agrícola.
Además, los “Bancos de Propagación” son el insumo fundamental para adelantar procesos relacionados con la implementación de herramientas de manejo del paisaje en las fincas (HMP), estrategias y prácticas diseñadas para gestionar de manera sostenible el paisaje agrícola, incluyendo la conservación de la biodiversidad, la protección de los recursos hídricos y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles.
Así mismo, en tercer lugar, se resaltó que en los últimos 25 años las fincas han logrado disminuir en 53% el consumo de plaguicidas químicos y en 99.7% el consumo de pesticidas, aumentando en 600% durante los últimos 10 años el uso de bioinsumos.
Además, un cuarto aspecto de este reconocimiento empresarial se refirió a que el 100% de las fincas floricultoras han implementado medidas para reusar y reciclar residuos generados en el proceso de producción, convirtiéndolos así en materiales aprovechables para la elaboración de suelos, por citar tan solo un ejemplo.
Finalmente, se subrayó la importancia que las anteriores acciones han tenido para la conservación de la avifauna en los cultivos y sus zonas aledañas. Ejemplo de esto, es la Tingua Moteada, una especie en peligro crítico de extinción hace una década, que encontró refugio y condiciones de reproducción en los reservorios de agua lluvia de los cultivos, convirtiéndose en símbolo de la floricultura sostenible.
En este sentido, el proyecto “Las Aves de las Flores”, adelantado por Asocolflores en 29 fincas, con la colaboración de la Asociación Bogotana de Ornitología (ABO), identificó 143 especies de aves, incluyendo migratorias y algunas en categoría de amenaza, que gracias al trabajo realizado en las fincas, cuentan con ecosistemas naturales para su supervivencia.