Con un desfile de los pueblos uitoto, bora, okaina y muinane comenzó el acto simbólico del XXXVI Festival Conmemorativo de la Entrega Resguardo Indígena Predio Putumayo en la Casa Arana, ubicada en La Chorrera, Amazonas. Un lugar para la resignificación de la memoria luego del genocidio cometido allí a causa de la extracción del caucho de principios del siglo XX.
Cabe recordar que estos hechos fueron denunciados por el huilense José Eustasio Rivera en La vorágine, una novela que, tras 100 años de publicación, permite generar conversaciones sobre las múltiples violencias que se siguen cometiendo en Colombia, para hacer un llamado a la no repetición, a la igualdad de derechos, al cuidado de todas las formas de vida y a una convivencia en paz y armonía.
“Las mujeres hemos sido la resistencia en la esclavitud de aquella época y aún lo seguimos siendo a pesar de los embates. Aquí estamos y aquí seguiremos. Al gobierno nacional queremos darle una invitación: en vez de muchas investigaciones, necesitamos más acciones en nuestro territorio”, dijo María Kuiro, secretaria de la mujer de la Asociación Zonal Indígena de Cabildos y Autoridades Tradicionales de la Chorrera – Azicatch.
Por su parte, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes reivindica la importancia del predio Putumayo, que cubre una extensión de 5.869.447 hectáreas, y se compromete con acciones para las 22 comunidades de La Chorrera y los hijos del tabaco, la coca y la yuca dulce.
Al respecto, se indicó que eso contempla convertir un espacio de la Casa Arana en un centro de formación artística y cultural, en la que las danzas y cantos ancestrales vuelvan al territorio; entregar y garantizar, junto al Ministerio de Educación, dos becas a los mejores bachilleres de la Casa del Conocimiento para la Universidad Nacional de Leticia, con la manutención paga durante toda su carrera; e invertir en el Archivo Digital de Lenguas Amazónicas, que funciona a través de la Universidad Nacional de Leticia, para mantener vivas las lenguas maternas.
“Ustedes, más que nosotros, saben que el tiempo no es lineal, que es circular. Sus abuelos, sus mayores, sus ancestros, sus creadores son partes aún de este tiempo y nosotros debemos hoy como gobierno mirarlos a los ojos y pedirles perdón. El futuro será ancestral o no será”, dijo el ministro de las Culturas, Juan David Correa.
En esta ocasión, los cuatro pueblos amazónicos realizaron sus danzas tradicionales en la cancha de basquetbol de la Casa Arana, que hoy funciona como la Institución Educativa Casa del Conocimiento y es la más grande del centro del Amazonas.
“Con ‘La Vorágine’, José Eustasio Rivera puso la condición de olvidados en esta región que estaba a merced de quienes la estaban violentando. Hoy también estamos reclamando que no se nos vuelva a ver como una vorágine”, señaló su rector, Edwin René Teteye Botyay.
Cabe señalar que el Festival Conmemorativo de la Entrega Resguardo Indígena Predio Putumayo se realiza desde 1988 en La Chorrera, cuando el entonces presidente Virgilio Barco hizo entrega del territorio que fue arrebatado por el peruano Julio César Arana a los pueblos indígenas en la época de la cauchería.
“En esta conmemoración, el papel del Minculturas es hacer el acto de reconocimiento en representación del Estado colombiano en el marco de un gobierno que quiere garantizar los derechos culturales de los pueblos indígenas”, explicó Diana Quigua, directora de Poblaciones del Minculturas.
Igualmente, la funcionaria, quien es miembro del pueblo Kubeo del Vaupés, señaló que “en particular, fortalecer los temas de conocimiento de los pueblos indígenas amazónicos, entendiendo que la Amazonía hoy es uno de los ecosistemas ambientales y culturales más importantes del mundo”.
A su vez, el ministro de la Culturas puntualizó que “ustedes no son la periferia del mundo, ustedes son el centro del mundo. Hoy el mundo tiene que venir a aprender de ustedes y cambiar de manera profunda la relación con este territorio”.
Finalmente, vale resaltar la participación de un grupo de indígenas de estas comunidades en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, donde se reunieron para su propia celebración.
“No venimos a hablar de dolor, de la crueldad, porque eso ya lo entendemos. Les traemos un mensaje importante de La Chorrera: no perder la identidad, el habla, las danzas, la cultura, la gastronomía”, señaló Manuel Gerardo Sueche, líder indígena del pueblo uitoto.