La reparación de las víctimas del corregimiento El Aro, en Ituango, Antioquia, dio un gran paso tras el inicio de la construcción de la anhelada vía de transporte terrestre, que reclaman sus habitantes desde hace años, para sobreponerse al aislamiento al que se han visto sometidos por la falta de una carretera de acceso y la violencia.
En esta oportunidad, inició la operación de la maquinaria de Empresas Públicas de Medellín para abrir el camino de los primeros 2,9 kilómetros de vía industrial. La intención es que esta obra conecte la nueva carretera entre Puerto Valdivia e Ituango y que así atraviese la zona montañosa, hasta el sector conocido como Palo de Mango.
Se trata de una contribución empresarial a la comunidad vecina, pero sin corresponsabilidad de EPM en la reparación a víctimas.
En una segunda fase, con financiación del Gobierno nacional, a través de Invías, se construirán los restantes 5,2 kilómetros para completar 8,1 kilómetros hasta el centro poblado del corregimiento. Será una vía terciaria y contará con una inversión estimada de 56.000 millones de pesos.
Cane destacar que los trabajos de movimiento de tierras convocaron a decenas de pobladores de este alejado corregimiento, quienes consideran la construcción de la vía como la forma de saldar la “deuda histórica” y terminar con el “aislamiento” en el que han vivido por décadas.
Al respecto, Marta Marleny Barrera, campesina desplazada tras la masacre perpetrada en 1997 por un grupo de las Autodefensas Unidad de Colombia (AUC), y lideresa comunitaria, dijo que “fue algo muy lindo de ver: por fin vamos a tener esa vía que estábamos esperando por mucho tiempo para que llegue el desarrollo”.
Además, relató que la carretera facilitará “que llegue toda la infraestructura que se necesita para la comunidad como acueducto, alcantarillado, vivienda, y para la entrada y salida los productos que se cultivan y poderlos vender”.
Además, como representante de la población afectada por el conflicto armado, también manifestó que anhela que a través de la carretera lleguen las acciones de un Plan Integral de Reparación Colectiva, proceso del que está a cargo la Unidad para las Víctimas.
“Sin vía no era posible subir los materiales para reconstruir las viviendas que fueron quemadas en la masacre y los proyectos productivos y otras obras para las y los campesinos”, indicó la lideresa de El Aro.
Según la directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Antioquia, Claudia Patricia Vallejo Avendaño, “por primera vez, la obra está priorizada en el Plan Nacional de Desarrollo y permitirá implementar el Plan Integral de Reparación Colectiva, en cumplimiento a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 2006 a favor del resarcimiento a las víctimas de las masacres en Ituango”.
Vale resaltar que la reparación colectiva de los corregimientos de El Aro, La Granja y Fraguas (Machuca) hace parte de un plan piloto que coordina la entidad en territorios que requieren acciones urgentes para cumplimiento de derechos, transformación de las condiciones de vida y superación de la vulnerabilidad causada por la violencia.
“En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos”, enfatizó la directora territorial.