La alianza entre el Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario, Finagro, y la Actividad Finanzas para la Equidad de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, busca coordinar esfuerzos para implementar iniciativas que democraticen el acceso al crédito agropecuario y rural en los municipios más afectados por el conflicto, en la vía de apostar por un campo incluyente, equitativo y sostenible.
Al respecto, se destacó que Finanzas para la Equidad es una iniciativa que tiene por objeto mejorar la oferta y la demanda de servicios financieros como un medio para movilizar los fondos necesarios para inversiones lícitas y productivas en 203 municipios, principalmente PDET, de cinco corredores económicos: Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño; Catatumbo; Cauca y Nariño; Caquetá́ y Putumayo; y Meta, Guaviare y Guainía.
De igual manera, este trabajo en conjunto tiene como propósito simplificar la operatividad para el acceso a recursos de fondeo de FINAGRO, así como transferir metodologías para la adecuada estructuración de los créditos agropecuarios, garantizando que se incorporen nuevos elementos de sostenibilidad, análisis y seguimiento.
En este sentido, el apoyo técnico que proporcionará Finanzas para la Equidad a Finagro se centrará en tres componentes: el primero tiene que ver con la estructuración de modelos de garantía de portafolio y de fondeo global en los componentes operativo, financiero, jurídico, de riesgos, de control de inversión y de flujo de procesos.
El segundo, es un programa para la intervención integral en instituciones microfinancieras, que permita mejorar sus procesos de originación de crédito agropecuario, y por esta vía, profundizar en el acceso a crédito de fomento rural en las zonas de intervención. Apoyará el diseño y la implementación del Sistema de Administración de Riesgos Ambientales y Sociales del Sistema Nacional de Crédito Agropecuario.
Finalmente, bajo la carta de intención firmada entre las partes, se trabajará un cuarto componente que será la estructuración del Incentivo al Buen Pago, creado en el Artículo 88 del Plan Nacional de Desarrollo (PND).
“La cooperación entre Finagro y USAID busca que la banca tenga a disposición los elementos necesarios para lograr tener una mayor penetración en las zonas rurales, avanzando en la democratización del crédito”, explicó Juan Pablo Bustamante, vicepresidente de Asuntos Estratégicos y Sostenibilidad de Finagro.
Igualmente, el funcionario sostuvo que “esperamos tener cada día más canales con la capacidad de originar crédito con impacto positivo, tanto social como ambiental, logrando que la oferta de FINAGRO y del Gobierno Nacional llegue de manera oportuna a todas las regiones del país”
Por su parte, Germán Sanz, Oficial de Inclusión Financiera y Desarrollo de USAID, aseguró que “desde Finanzas para la Equidad reconocemos las complejas condiciones presentes en los corredores priorizados, las cuales pueden aumentar los costos de la provisión de servicios financieros. Por eso es estratégico colaborar con el Gobierno de Colombia y otras contrapartes y el sector privado para formular políticas públicas, prevenir el uso del “gota a gota” y alcanzar la meta de movilizar $550 millones de dólares para mejorar y aumentar la oferta y la demanda de servicios y productos financieros tradicionales y digitales, para beneficiar a más de 200.000 personas que accederán a estos servicios por primera vez”.
Cabe señalar que el Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro) es la banca de desarrollo del campo colombiano que promueve el desarrollo económico del sector rural mediante el otorgamiento de recursos a los intermediarios financieros: bancos, cooperativas financieras y cooperativas de ahorro y crédito, institutos de financiamiento territorial y entidades de microfinanzas, para que estos a su vez otorguen créditos a los productores y microempresarios con las mejores condiciones financieras del mercado y apoyen el desarrollo de sus proyectos productivos sostenibles.
En esta oportunidad, el objetivo de las dos entidades es colocar 550 millones de dólares en los territorios afectados por la violencia para beneficiar a 200.000 pequeños productores. Los municipios beneficiarios están ubicados en el bajo Cauca y nordeste Antioqueño; Catatumbo; Cauca y Nariño; Caquetá´ y Putumayo, así como Meta, Guaviare y Guainía.