
En la ceremonia de ascensos de generales de las Fuerzas Militares y Policía Nacional, el presidente Gustavo Petro aseguró que “el Gobierno Nacional no ve prioritario el cese al fuego, si no está precedido de una discusión sobre los planes de destrucción y reemplazo de las economías ilícitas”.
Al respecto, el jefe de Estado fue enfático al afirmar que “el problema no es un cese al fuego, entre el Estado y las organizaciones armadas que cuidan a las economías ilícitas. Ellos seguirán con la comodidad de que el Estado no las ataca. Ese no es el camino de la paz. El camino de la paz es empezar a discutir cómo se acaba la economía ilícita, porque es lo que permite tener un nuevo territorio, una nueva humanidad viviendo en el territorio”.
De igual manera, el mandatario explicó que las economías ilícitas son, la cocaína, indudablemente, quizás la principal y más poderosa; el oro, la extorsión y el secuestro, entre varias. En las conversaciones del Gobierno con estos grupos, no nos emociona que lo único que se logre sea un cese al fuego. Lo que nos preocupa, no es sí se ataca al Estado o no, sino si se ataca a la sociedad”
Por ello, manifestó el jefe de Estado, “el cese al fuego queda subordinado a acuerdos previos sobre el reemplazo de estas economías ilícitas que he mencionado, tarea en la que se tiene que comprometer el Gobierno, cuando se trata de los cultivos de hoja de coca o de las zonas mineras, porque tiene que plantearle alternativas a la población, que tenga de manera rápida y concreta la forma de vivir y de progresar, en la economía lícita”.
En su intervención el presidente Petro expuso que, en el fondo, un proceso de paz, en la actualidad, implica quitarle la primera “i” a lo ilícito y entonces volverlo lícito, una realidad compleja. Cómo se pasa de lo ilícito a lo lícito.
“En las conversaciones del Gobierno con estos grupos, no nos emociona el que lo único que se logre sea un cese al fuego, porque el cese al fuego no es más sino detener las acciones ofensivas entre esas dos partes; el Estado, por una parte; el grupo armado, por la otra.
Y agregó que “lo que nos preocupa, no es si se ataca al Estado o no, sino si se ataca a la sociedad, y no por lograr que no se ataque al Estado en un cese al fuego, entonces vamos a condenar a que la sociedad quede indefensa, extendiendo los delitos sobre ella”.
Finalmente, el jefe de Estado puntualizó que “ya no hay guerrillas en los campos de Colombia, propiamente dicho, fuera de algunos ecos del pasado. Lo que empieza a haber más son ejércitos privados del narcotráfico extranjeros. Ojalá las reuniones con estos grupos armados, en los lugares del conflicto tradicional, en la Colombia profunda y lejana a estas ciudades, pueda desembocar realmente en la paz, derrotando las economías ilícitas”.