Nueve municipios que integran La Mojana se suman a las diferentes Ollas Comunitarias que ya se encuentran en operaciones en los distintos departamentos del país. En total serán 158 Ollas Comunitarias en municipios como Majagual, Sucre, San Benito Abad, Guaranda, San Marcos, Caimito, San Jacinto del Cauca, Magangué y Achí y serán beneficiadas alrededor de 31.600 personas.
Cabe señalar que, en la etapa de concertación con los habitantes del territorio en La Mojana, se logró establecer que se comprarán los productos a los campesinos de la zona, los menús se ajustarán a la tradición gastronómica de las comunidades, se cambiará y ajustará el menaje con relación a la capacidad operativa de la olla, las ollas funcionarán de lunes a sábado y se aumenta el pago de las manipuladoras de alimentos.
De igual manera, es preciso señalar que el Programa de asistencia alimentaria complementaria a través de Ollas Comunitarias, hace parte de la línea estratégica Hambre Cero del Plan de Acción Específico desarrollado por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres en el marco del decreto de emergencia nacional 2113 de 2022.
En tal sentido, se destacó que el programa se enfoca en promover la soberanía alimentaria en territorios en condición de vulnerabilidad y está dirigido a comunidades afectadas por la situación de desastre con el objetivo de brindar alimentos calientes a sus habitantes, respetando sus tradiciones alimentarias.
Para tal fin, mediante el fomento, apoyo, acompañamiento, seguimiento, soporte organizacional, social y técnico comunitario, para lograr una reactivación de la economía local y el fortalecimiento a las organizaciones de base, locales y sociales.
Sin contar los tiempos para concertación y puesta en operación de las ollas comunitarias, el programa tiene un plazo mínimo de ejecución de noventa días, llegando a mínimo 100 beneficiarios en cada una de las ollas, quienes deben estar en el Registro Único Nacional de Damnificados (RUNDA).
El programa se apoya en diferentes facilitadores, correspondientes a organizaciones del sector solidario, sociales o comunitarias, que cumplan con los requisitos de formalidad. Estos adelantan la concertación con los líderes y/o representantes de la comunidad sobre los colaboradores de las ollas, proveedores, el montaje, la preparación y la logística de la entrega de los alimentos. Los facilitadores son acompañados y supervisados en el cumplimiento de los compromisos por el equipo de la UNGRD.
Así mismo, vale destacar que las Ollas Comunitarias se dividen en dos etapas: alistamiento y puesta en marcha.
El alistamiento a su vez se divide en dos partes, la concertación entre la comunidad, los facilitadores y la UNGRD, en esta se definen los menús respetando sus tradiciones, los encargados de cocinar, la organización alrededor de la olla, y los proveedores de los insumos.
Posterior a ello, el facilitador realiza la adaptación de los espacios y la entrega de menajes y enseres a la comunidad.
“La participación que promueve el programa de Ollas Comunitarias es activa, directa y está siempre involucrando a la comunidad, teniendo en cuenta la voz de la gente y sus prácticas culturales”, sostuvo Angie Martínez coordinador del Programa Ollas Comunitarias en la UNGRD.
“Más allá del beneficio de una alimentación saludables y de buena calidad, las ollas nos permiten unirnos alrededor de nuestros proyectos y recibir acompañamiento para capacitarnos y para reactivar nuestra economía”, puntualizó Pedro Nel Ramos, presidente de Asojuntas.
Acelerador a soluciones en La Mojana
El pasado mes de septiembre el director general de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD, Olmedo López Martínez, llegó a la región de La Mojana con la noticia más esperada por sus pobladores durante los últimos años. El cierre de Cara de Gato.
Desde aquel día, la UNGRD ha estado comprometida con implementar y sostener acciones de respuesta y acompañamiento en la región. La entidad ha llevado a cabo acciones para ayudar a las personas afectadas por las inundaciones en esta zona del territorio nacional.
En primer lugar, y tras un cuidadoso proceso de selección y una asignación presupuestal que supera los $129 mil millones, se designó al Consorcio RGC para llevar a cabo las obras de emergencia destinadas a restaurar la margen izquierda del dique del Río Cauca.
En tal sentido, se informó que estas acciones se concentrarán en el área reconocida como “Rompedero Caregato”, ubicada en el municipio de San Jacinto del Cauca, en el departamento de Bolívar, específicamente en la subregión de La Mojana.
Así mismo, se indicó que este contrato, que tiene un plazo de ejecución de 12 meses, comenzará a regir tan pronto se cumplan los trámites legales para su perfeccionamiento.
De igual manera, se realizó un censo de las personas impactadas para integrarlas en el Registro Único Nacional de Damnificados (RUNDA). A estas personas se les proporciona Asistencia Humanitaria de Emergencia (AHE), que incluye kits de alimentación y aseo.
Además, en las comunidades de Achí, Majagual, Guaranda, Sucre y San Benito de Abad, se han identificado las familias que requieren ser reubicadas debido a su categorización de alto riesgo, en el marco del programa de reasentamiento alrededor del agua, asegurando la seguridad y la reactivación de sus medios de vida sin perder su arraigo.
Asimismo, como respuesta a las necesidades de las familias afectadas por las fuertes lluvias en esta región, se están llevando a cabo mejoras en viviendas para garantizar un espacio digno de habitar.