
Para el ministro de Salud y Protección Social, Guillermo Alfonso Jaramillo, el nuevo modelo de la Política Nacional de Drogas del gobierno cambiará la represión y el castigo, por una política de prevención y oportunidades para las nuevas generaciones. Advirtió que lo que busca el Gobierno no es utilizar la represión como un mecanismo para solucionar un problema tan grave.
“Reprimiendo no vamos a eliminar el consumo de sustancias psicoactivas; a las nuevas generaciones hay que ofrecerles deporte, cultura, recreación, empleo y entornos sanos”, agregó el ministro
De igual manera, Jaramillo afirmó que desde su cartera se está rompiendo paulatinamente con el ciclo en el que muchos jóvenes caen en la drogadicción, a través de los programas de prevención.
También, enfatizó sobre la importancia de que el Estado empiece a llegar con psicólogos a las escuelas, los colegios, los puestos de salud y a los lugares más apartados; para impulsar entre niños, niñas y adolescentes hábitos sanos; como la práctica del deporte y la cultura, que impidan el camino hacia el consumo de sustancias psicoactivas.
“El modelo de la Política Nacional de Drogas que desea el presidente Petro también deberá asumirse como un problema de salud pública, a partir de las personas que terminan en la drogadicción. Ahí es donde actúa el Ministerio de Salud, impulsando políticas de prevención dirigidas a los jóvenes, desde la etapa escolar, en el bachillerato y también en el universitario”, puntualizó el ministro de Salud.
El amor, antídoto contra el consumo de drogas
Entre tanto, el presidente Gustavo Petro propuso orientar los esfuerzos de los gobiernos en recortar la demanda con el “antídoto del amor”, para contrarrestar la falta de afecto de las sociedades y cuestionó el enfoque fracasado de las políticas en la reducción del mercado.
“Tenemos que proteger a los consumidores. Tenemos que construir unos entornos alrededor de los consumidores que no es nada más especial, tecnológicamente hablando, que el amor”, puntualizó el jefe de Estado ante los cancilleres y representantes de más de 33 países que se dieron cita en Cali para discutir en torno a una nueva estrategia global de drogas.
En tal sentido, el jefe del Estado agregó que “esta es una discusión que debe mantenerse entre los países del continente, por eso queremos una conferencia de presidentes de América Latina para continuar esta discusión.
Igualmente, el mandatario, al advertir que la soledad aparece como el mayor factor de consumo de drogas, producto del sistema económico que impera en los países, señaló que “¿Cuál es el antídoto contra el consumo de drogas? El amor. Tesis discutidas en la Bogotá Humana (su programa de gobierno cuando fue alcalde de la capital del país), indican que las adicciones crecen porque hay falta de afecto en la sociedad. Es decir, de amor”.
Finalmente, el presidente Petro reiteró, que “recortar la oferta por decreto y usar el Estado para acabar esa demanda es una contradicción”. La experiencia histórica demuestra que, como en el caso del socialismo soviético, el Estado no puede acabar con el mercado por lo que “esta guerra (contra el tráfico de drogas) pensada así, ha fracasado”.
Ese fracaso, no sirve, dijo. “Si la continuamos no vamos sino a sumar otro millón de muertos en américa latina, y vamos a tener más estados fallidos y vamos a tener, quizás, la muerte de la democracia en nuestro continente”.
Por lo que instó a la comunidad internacional a revaluar sus estrategias. “Allá en Estados Unidos tienen que construir más amor, en Europa, menos carros más amor, menos lujos más amor, menos calles de moda más amor, y verán cómo se reduce la demanda”.