Los alumnos del Colegio San Pedro Claver, en Bucaramanga, están por estos días dedicado a cumplir voluntariamente con una tarea que les compartió su profesor de ética, Juan Carlos Amarillo. Se han sumado a la campaña de recolección de botellas y bolsas plásticas, para su reutilización, como una práctica de transformación y cuidado con el planeta.
“Nuestra campaña se llama “Botellas de Amor”, se une a una Fundación con sede en Medellín, que tiene el mismo nombre. Tiene un objetivo concreto, consistente en enseñarles a los estudiantes, niños, jóvenes, el ejercicio de la recolección de los plásticos, que muchas veces se botan a las canecas de la basura”, explica el catedrático escolar.
Campaña que se ha iniciado para dar respuesta a una realidad, como es el deterioro del ambiente, causado, entre muchos factores, por el manejo de los residuos plásticos, que, por falta de consciencia, van a los rellenos sanitarios, cuando en realidad son elementos a los que se les puede obtener provecho.
“Es dar la posibilidad de sentirme solidario y participe del cuidado del planeta, con un ejercicio cotidiano. Realmente ha sido muy bonita la participación y ha ido creciendo. Tengo que destacar que quienes más han acogido la campaña son los niños de primaria, los niños desde 5 años hasta los 10. No obstante, ha ido crecido también, poco a poco, la respuesta de nuestros adolescentes.
La idea en esta campaña es recoger botellas plásticas de uno o dos litros y rellenarlas con bolsas plásticas o con los llamados plásticos metalizados o plásticos crujientes.
“Para los niños de primaria ha sido como un jugar y divertirse, pero en ese jugar y divertirse también sentirse participes de la transformación y el cuidado del planeta. Los jóvenes han hecho ejercicios de reflexión y prácticas”, manifiesta el profesor Amarillo.
Alumnos y profesor, comprometidos con esta campaña ecológica, han pensado en todo. No se trata de recoger por recoger plástico. Una vez alcanzada la meta que se han impuesto, todo ese material será enviado a la Fundación “Botellas de Amor”, donde será procesado.
En ese sentido, explica el docente que “en Medellín se hace el triturado del plástico, que se derrite y se construyen especie de listones de madera plástica o columnatas de madera plástica con la que después se pueden construir viviendas”.
Una de la más entusiasta estudiante que tiene esta campaña es María José Alvernia, quien destaca que “a mí la campaña me ha gustado mucho, porque me ha dado la oportunidad de poder aportar al cambio que se pueda crear para nuestro medio ambiente. Por más que parezca que no va ayudar y que son pocos gramos, si nos unimos todos para hacerlo si podemos hacer un gran cambio. A mí me gustaría poder ayudar al medio ambiente y también ayudar a las personas que no tiene un hogar”.
Al final del proceso, los alumnos muy seguramente recibirán un 10 de calificación por parte del profesor Amarillo. También sentirán satisfacción, porque con su trabajo consciente, ayudarán a la comunidad bumangués.
“La Fundación Botellas del Amor nos incentiva con varios regalos, según las toneladas que logremos recolectar. Por ejemplo: cuando logremos recolectar 5 toneladas de plástico, nos van a regalar una llamada banca de picnic, hecha en material plástico que queremos donar a instituciones educativas menos favorecidas de la región. Si llegáramos a la meta de 100 toneladas nos regalan un quiosco pedagógico y si llegáramos a la meta de 300 toneladas, nos van a regalar una vivienda toda en material plástico, para la familia a quien queramos donarla”, dijo el profesor Amarillo, quien agregó que “vamos creciendo, yo creo que con la recolección que acabamos de hacer en estos días en el Colegio llegaremos a la media tonelada, los primeros 500 kilos de plástico recogido”.
En el Colegio San Pedro Claver de Bucaramanga esta campaña inicio hace 7 años y en ese primer momento, se recolectaron unas mil botellas. El año pasado se hizo una campaña con los pequeños de primaria y se recogieron unas mil 300 botellas y este año, ya lograron recolectar media tonelada.